Los aficionados potosinos tendrán la oportunidad de ver por última vez en la Monumental de Toros El Paseo al rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, ya que el próximo 9 de febrero encabeza la corrida de despedida.
El navarro está en su campaña de despedida en tierras mexicanas y no solo se presentará en San Luis Potosí en el municipio de Cedral el próximo mes de marzo, sino también se le ha programado una presentación más en la capital potosina para el segundo mes del año.
El 9 de febrero a las 20:00 horas Pablo Hermoso hará su último paseíllo en el coso de Avenida Universidad, para despedirse de los potosinos, por lo que se lidiarán siete astados de la ganadería de Peñalba.
Será una corrida a caballo y a pie, pues junto con Pablo se presenta el también español Guillermo Hermoso de Mendoza, el mexicano triunfador Fauro Aloi, y el novillero potosino Eduardo Zendejas.
Además se tendrá la oportunidad de admirar a los valientes Forcados Portugueses de Monsaraz y Forcados Potosinos, que completan el atractivo cartel de la noche de viernes.
Se espera una buena asistencia de aficionados ya que Pablo es muy querido y admirado por los potosinos, aquí ha tenido tardes triunfales con llenos en los graderías.
Cabe mencionar que la última vez que se presentó el rejoneador español en San Luis Potosí capital fue el 3 de noviembre del 2023, en su primera despedida, en el marco del 128 aniversario de la Plaza Monumental El Paseo. Esa noche cortó una oreja y alternó con Diego San Román, que a la postre fue el triunfador con dos auriculares, con una buena faena y un estoconazo. Quien no tocó pelo fue Arturo Gilio quien falló con el acero. Se lidiaron toros de Bernaldo de Quiroz, desiguales.
La oreja de Pablo fue en su segundo de la noche, al lucirse al poner tres banderillas al quiebre, sin faltar el rehilete que repitió hasta tres veces y también hizo el teléfono para culminar con banderillas a dos manos. Después de pinchar una vez, logró un rejonazo que hizo doblar pronto al toro, y el juez le concedió una oreja y arrastre lento para el toro, según la crónica de esa noche del colega Justino Portillo.