Han pasado ocho semanas de cuarentena, mismas que han provocado el paro deportivo en todo el país, tal es el caso del futbol profesional con la Liga MX, que para este fin de semana estaría llevando a efecto su jornada 17; última del torneo regular, donde ya hubiéramos conocido a los invitados a la fiesta grande de nuestro balompié.
La contingencia sanitaria a provocado que los clubes de futbol de la Liga MX se vean afectados por la falta de actividad en los estadios; pero hay otro sector que se encuentra viviendo uno de los momentos más complicados debido a estos acontecimientos; estos son los negocios externos que se instalan al rededor del estadio.
Los vendedores de comidas, bebidas, dulces, banderas y artículos deportivos, que acuden cada quince días al estadio para laborar, han visto mermados sus ingresos por el paro de actividades, a lo cual se le suma que, en caso de reactivarse el torneo, no podrán acudir pues se especula que los juegos serán a puerta cerrada y por ende no se contará con público en el estadio.
La venta de artículos deportivos es de las más redituables cada que hay juego en el Estadio Alfonso Lastras Ramírez; cada 15 días se instalas 70 puestos a las afueras del inmueble, esto en un partido normal; pues esta cantidad se incrementa cuando el ADSL recibe a Chivas, América, Cruz Azul y Pumas, y sube a 200 locales, y en ambas situaciones solo 15 de ellos negocios locales, el resto viene de Querétaro, Morelia, León y Ciudad de México.
Estos negocios venden playeras, chamarras, pants, shorts, bufandas y un sinfín de suvenires que el aficionado a su equipo consume; la inversión que realizan por partido es de 10 mil pesos; donde se incluye mercancía, alimentos y el permiso para realizar la venta, pues por se cobra 200 pesos por 2 metros cuadrados, si un puesto es de 8 metros cuadrados tiene que pagar 800 pesos.
Desde el 15 de marzo que el San Luis jugó a puerta cerrada contra Puebla, han pasado otras tres fechas más en las que el cuadro potosino seria local (12, 13 y 16); tomando como referencia esta citación, estos negocios hubieran invertido 40 mil pesos.
El precio de una playera va desde los 80 pesos hasta los mil 200 pesos y el de un short de 50 a 80 pesos, más la bufanda que como precio mínimo es de $100 pesos. Una buena ganancia para ellos es de 20 mil pesos en un día regular y se convierte en muy buena cuando vienen los equipos “chicos” donde pueden vender hasta 30 mil pesos.
Esto se traduce que los vendedores de artículos deportivos han dejado de percibir una ganancia de 80 mil pesos como mínimo en cuatro jornadas de paro, lo que ha puesto en aprietos a estos negocios, pues para algunos, se convierte en una importante fuente de ingresos ya que, de ahí, muchos de ellos cubren los gastos de sus locales (renta, luz, agua, sueldos), y que se verá reflejado en el regreso a la actividad cotidiana con la reducción de estos puestos.