Era el año de 1986 cuando se anunciaba la llegada de la franquicia de los Tuneros de San Luis a la Liga Mexicana de Béisbol, tras anunciar la compra de Astros de Tamaulipas y comenzar una cuarta etapa dentro de este deporte en San Luis Potosí; esta noticia que alegró a muchos amantes la pelota dura en el Estado, después de no contar con un equipo profesional desde 1951.
Con el arribo del equipo y el armado del mismo, llegó a la capital potosina un pelotero que con el paso del tiempo se convertiría en el terrero de los vecinos de la Colonia Himno Nacional, y no precisamente por su comportamiento fuera del diamante, si no por su poder en las muñecas que en cada encuentro cobraba el cristal de una de las casas cercanas al Estadio “20 de noviembre”.
Se trata de Nicolás Robert Castañeda; nacido el 30 de noviembre de 1962 en San Pedro, California, Estados Unidos; a sus 23 años y con únicamente dos temporadas vistiendo la franela de Tuneros, se convirtió en uno de los más grandes ídolos del béisbol de San Luis Potosí.
Con apenas 17 años de edad, Nick Castañeda, comenzó su camino en el profesionalismo en las sucursales de los Piratas de Pittsburgh jugado en la Liga Gulf Coast; su poder con el bate, lo llevó a ganarse un nombre en estas divisiones, pasando a la Liga de Carolina del Norte.
Para 1985, Castañeda arribó a la LMB, pero enfundado en los colores de los Tigres de la Ciudad de México; con los que bateó .318 de porcentaje, conectando 15 cuadrangulares; estos números hicieron que los nuevos directivos potosinos voltearan a ver a Nick, logrando estampar su firma y contar con los servicios del estadounidense para su temporada debut.
El carisma y buen jugo de Nick Castañeda de inmediato le hicieron ganarse el corazón de la afición potosina quien lo arropó y le hicieron sentirse como en su casa; tanto así que su efectividad de bateo y en el terreno de juego superaron las expectativas proyectadas.
En su primera temporada en la LMB, Tuneros de San Luis tuvo marca ganadora de 66 victorias por 64 derrotas, gran parte gracias al poder de bateo que tenía Castañeda, que un 13 de julio de 1986, pasó a la historia tras romper la marca de Héctor Espino de cuadrangulares que era de 46, al conectar 53 palos de vuelta entera.
Desafortunadamente para el originario de San Pedro, Cal, Jack Pierce este año se destapó con 54, arrebatándole la marca; Castañeda ese año pegó para .412 de porcentaje; logrando anotar 141 carreras, batiendo la marca de Bobby Ávila que era de 121.
Tras dos años con la organización potosina, Castañeda emigró con Leones de Yucatán, dejando un vacío hondo en el recuerdo de los potosinos, que todas las tardes acudían al Estado “20 de noviembre”, para recordar las hazañas de su ídolo.
Nick Castañeda jugó por nueve años en la pelota mexicana, donde conectó 168 cuadrangulares, dejando un porcentaje de .369, siendo campeón de bateo dos años en la liga; militando en las filas de Tigres, Tuneros, Leones, Sultanes y Rieleros.
Se retiró en 1995, vistiendo la franela de Leones de Yucatán a los 32 años edad; actualmente Nicolás Castañeda radica en su natal California, donde se dedica a la industria del transporte.