Diego Silveti fue el triunfador de la tradicional corrida de San Luis Rey de Francia, celebrada ante un casi lleno en la Plaza de Toros El Paseo luego de cortar tres orejas.
El primero de la noche llevó por nombre “Inspirador”, toro de 506 kilogramos, un lombardo para Fermín Rivera (Azabache y Oro) que le pegó con elegancia la capa y a la verónica dejó escuchar los primeros olés del festejo.
Brindó al respetable y con la diestra tomó la muleta para llevarle a los medios donde le pegó la primera tanda, con su elegancia característica y a la postre por naturales volvió a mostrar su cadencia y la experiencia que ha tomado su carrera taurina.
Tomó el acero y aprovechó el embestir del de “Begoña” para pegarle una tanda mas con “manoletinas” y venir con la espada con la que dejó todo el acero, sin embargo quedó un poco caída y el burel se tardó el doblar, obligándole al descabello tras un aviso. Para Fermín Rivera salida del tercio con mucha fuerza.
El segundo de la tradicional de “San Luis Rey” fue para Diego Silveti (Sangre y Oro). Recibió al toro de nombre “Kalahari” de 540 kilogramos. Un azabache con el que le dejó la capa en los medios con el quite por gaoneras.
Luego tomó la muleta y le dejó el estatutario, para posteriormente ir con un cambiado y cerrar con el pase por todo lo alto. El toro se complicó ya que retobó en la embestida y no se metió. Todavía le corrió la mano derecha y le pegó a los medios para ir con “manoletinas” y cerrar con el pase en todo lo alto. Tomó el acero y recibiendo dejó una estocada contrario y caída, pero hasta la empuñadura, suficiente para que doblase y recibiera una oreja cuestionada.
Llegó entonces el tercero de “Begoña”, toro de nombre “Africano” de 515 kilogramos, para Fermín Espinosa “Armillita” IV (Pavo y Oro) que le recibió con un farol de rodillas, para luego lancear por el lado derecho.
Con la muleta le fue en los medios con la mano derecha y después citó muy bien a pesar del defectuoso recorrido del burel al que remató de pecho.
Hiló por el lado derecho y el toro umilló un poco más, pero no con la embestida esperada. Fue por naturales pero el toro se complicó.
Se escuchó entonces la “acuarela potosina” y le dio una tanda mas para luego ir con el acero dejando un estoconazo entero, algo caído pero de efectos letales para merecer una oreja.
Para Rivera Agüero el cuarto del festejo, toro de nombre “Cazador” de 500 kilogramos, un negro meano al que le toreó a la verónica, pero fue discreto con la capa.
Con la muleta fue bien por naturales y también con la diestra, pero no conectó. Rivera intentó, pero se topó con un instante difícil. Tomó la espada y dejó medio estoque, algo trasero y caído, perdiendo apéndices.
El quinto y segundo del lote para Diego Silveti fue de 480 kilogramos de nombre “Poli Poli”, un berrendo botinero de buena estampa con el que laceó por ambos lados.
Cabe señalar que los banderilleros de la cuadrilla de Silveti salieron al tercio luego de dos grandes pares de banderillas que el respetable reconoció. El torero le citó y vinieron los largos muletazos y una tanda rematada con el desdén tras el olé de tendido.
Fue a los medios y con la mano derecha le corrió todo su arte para luego cambiar por naturales y aprovechar con un recorrido si bien no tan largo, por lo menos suficiente para hacer lucir la faena.
En los tercios vino lo mejor de su actuación con interminables pases con la diestra y el desdén que siempre le fue bien. Cerró su actuación con inspiradas “manoletinas” con cambiados por la espalda y un sector amplio en el tendido pidió el indultó. Silveti se tiró a matador y pinchó, pero en la revancha tuvo una estocada tendida para que doblase el ejemplar de Begoña. Silveti recibió una oreja y la petición le permitió la segunda.
El último de la noche fue para Fermín Espinosa “Armillita”, toro de 485 kilogramos de nombre “Iluminado”, un cárdeno paliabierto de buena estampa al que recibió con un farol de rodillas pegado a tablas.
Tomó la muleta y con el permiso del juez llegó el regaló del séptimo de la noche, pero antes se topó en los medios con un toro que le permitió lucir con la mano derecha.
Fue una faena difícil para el heredero de la dinastía Espinosa, quien intentó y buscó sacarle todo lo posible al ejemplar, pero su actuación no conectó tan fácilmente. Tomó la espada dejando poco más de medio estoque, suficiente para que doblase el oponente y mereciese una oreja.
Finalmente llegó el toro de regalo, séptimo de la noche al que Fermín Rivera le recibió a la verónica. Tras la suerte de varas Fermín le dejó por “Chicuelinas” el siguiente quite para recibir el aplauso.
Le brindó al respetable y luego el estatutario en los tercios. Fermín comenzó a conectar y escuchó el olé.
Vinieron largas tandas con la derecha, con la que le corrió la mano en los medios. Fermín se entregó al máximo y de rodillas complementó la faena con un publico entregado.
Rivera Agüero no se dejó ganar la batalla y le sacó todo lo que pudo al ejemplar y al son de “Acuarela Potosina” en el día del Santo Patrono el de casa dio muletazos bajos por el lado derecho pegado a las tablas, ya con embestidas cortas.
Tomó la espada y con estocada entera, poco trasera, el ejemplar de regalo dobló al final y llegaron las dos orejas que la gente exigió.