Los hechos suscitados en Querétaro hace una semana han traído que se apliquen drásticas medidas de seguridad en los inmuebles dónde se juegan partidos de fútbol de la Liga MX. Y el estadio Alfonso Lastras Ramírez no es la excepción.

Tal como se planeó durante la semana que hubo reuniones previas, más de 500 elementos de las diferentes corporaciones estatales y municipales, incluida la policía montada, canina y patrullas de la famosa PoliSía se dieron cita desde temprana hora en los alrededores del coloso de Valle Dorado.

Todos los accesos al inmueble y calles aledañas tiene dispositivos de seguridad, solo pueden acceder aficionados del Atlético de San Luis, ya que del Puebla está prohibida su presencia. La revisión para entrar al inmueble es detallada, todo aficionado con boleto o bono puede entrar después de pasar los filtros de seguridad y de sanidad, estos últimos que hasta parece han quedado de lado, pues la seguridad estaba más preocupada por evitar desmanes.

Cabe mencionar que el aforo permitido para el partido es del 50%, poco más de 12 mil aficionados, aunque se esperan menos pues el temor entre la afición de algún problema que llegue a suceder, está presente, y otros han optado por verlo en tv y en casa.

El control previos al partido es efectivo y no debe haber problemas después al haber un aforo limitado de asistencia y entre ambos equipos no hay una gran rivalidad, aunque ya se tuvo una gresca en las tribunas el 21 de abril del año pasado en el torneo Guardianes 2021.

Señalar que también la llegada de los autobuses de ambos equipos al estadio, una hora y media antes del partido, fue con un gran despliegue de seguridad vial y escoltados por varias patrullas.