Lo que inició como una terrible pesadilla está convirtiéndose en un cuento de hadas. Qué canten más fuerte los argentinos su pegajosa melodía: “Muchachos, nos volvimós a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón Mundial”.
La Albiceleste no quiso drama como le pasó contra Holanda, los ches fueron fríos, certeros. El 3-0 fue categórico, todos comandados por Lionel Messi. Lo de la Pulga es histórico. El astro argentino volvió a anotar y asistir, lo hace ver fácil, como en sus mejores tiempos, regatea, dribla, quiebra caderas.
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Lionel es el capitán de un barco que parece que nadie lo puede hundir. Lo que les pasó contra Arabia Saudita solo quedó en una mala anécdota. Croacia decepcionó, no fue un oponente digno de la Albiceleste, los croatas privaron al mundo de un clásico sudamericano en semifinales para ni siquiera registrar un tiro a la portería. Luka Modiric no terminó el partido y fue su adiós de los grandes eventos.
Argentina está en la final, falta saber si el título lo juegan contra Francia, que es lo lógico o Marruecos da su tercera campanada en Qatar 2022.
Lo que se pintó como un juego parejo, alegre, terminó inclinándose para un solo lado. El cuadro de la playera de ajedrez nunca entró a la pelea. Los europeos iniciaron bien, tuvieron a la Albiceleste atrás, pero solo fue un momento. Lionel Messi puso el primer tanto a través de un penalti y luego de eso los croatas desaparecieron. La Pulga anotó tras una falta que le cometió Dominik Livakovik a Julián Álvarez, la infracción fue clara y terminó amonestado.
Lionel tomó la bola, pateó seguro a la derecha y provocó el éxtasis en el estadio Lusail. El estadio se pintó con los colores argentinos. Messi no anotó cualquier gol, la Pulga logró su anotación número 11 en Copas del Mundo, ese tanto le sirvió para superar a Gabriel Batistuta en ese rubro.
Pero los números le dan igual a Lionel, lo que él hace es divertirse, jugar, solo eso le importa.
Messi sacó la varita mágica para el tercer gol argentino, Lionel se quitó a Josko Gvardiol, bailó en el área y le puso a Julián Álvarez un balón como con la mano para que solo lo conectara para batir a Livakovik,
La Araña también marcó el segundo tanto, el delantero del Manchester City arrancó detrás de la mitad del campo, fue quitándose defensas con fortuna, Álvarez llegó al área con rebotes y solo puso el esférico a un costado.
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Argentina fue amo de juego. Croacia recibió mucho daño y nunca fueron capaces de reaccionar. En la estadística solo registraron un tiro a la portería. Luka Modric quiso ser el guía de sus compañeros, pero con su futbol no fue suficiente. El histórico croata se marchó entre aplausos.
No hubo drama, los croatas no quisieron o no pudieron ponerle emoción al juego. Argentina controló el juego hasta que se acabó el tiempo.
Canten, canten. Argentina está en la final y su sueño de ser por tercera ocasión campeón del mundo es posible.
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