Fue después de un Campeonato Pre nacional, donde el equipo de San Luis Potosí, representado por una escuadra de la UASLP, logró el título y de ahí surgió la idea de que nuestra máxima Casa de Estudios, tuviera un equipo en la Tercera División Profesional de Futbol.
La noticia nos la dio en forma exclusiva, el ingeniero Claudio Ayala, quien trabajaba para la Universidad y en ese tiempo estaba muy relacionado con el futbol universitario.
Como el ingeniero Ayala no estaba autorizado para dar a conocer la noticia y, además, él era muy precavido en esas cosas, al día siguiente andaba muy nervioso, pensando que lo iban a regañar, pero lo que sucedió fue que el rector de la Universidad, Guillermo Medina de los Santos, dijo: “Bueno, la noticia ya se dio a conocer en El Sol de San Luis, ahora no hay más que seguirle”.
Así nació el equipo de los Pumitas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, formado con la base de la selección que fue a ese Pre Nacional que se celebró en Tepic, Nayarit.
En ese equipo estaban jugadores como David Atisha, Juan Manuel Martín del Campo, Armando Rivera, Fernando Kemp, Alfredo Montelongo, entre otros.
Jugaron también, el portero Cutberto Ramírez, del Tec de San Luis llegó el “Chino” Rodríguez y del equipo Santos de San Luis de basquetbol, fueron a probarse y se quedaron Luis Manuel Calzada y “Ursus” Muñoz, los que, por su estatura, quedaron como defensas centrales.
Como entrenador se trajo a Arturo “Caballo” Mendoza, que en ese tiempo estaba con el equipo Querétaro, pero que ya tenía la experiencia de haber ascendido a la Universidad Veracruzana y al mismo equipo Auriazules de San Luis.
Se logró que el equipo Cruz Azul les mandara tres jugadores de sus fuerzas básicas, uno de ellos Coria, otro, un hermano de Nacho Flores y a otro que le apodaban “toto”.
Como refuerzo se trajo a Horacio Jácome, que a la postre vino a ser fundamental en el equipo, pues terminó como campeón de goleo, mientras que Alfredo Montelongo fue el subcampeón.
Don Arturo Mendoza le imprimió su estilo al equipo de los Pumitas, pues los hizo un quipo de juego alegre, de mucho ataque y muy ordenados no tenían el balón en su poder.
El equipo estaba para pelear por el campeonato y por el ascenso a la Segunda División, tanto así que se mantuvo como líder por mucho tiempo durante el campeonato, que en ese tiempo se jugaba a dos vueltas o lo que se dice, a torneos largos de 34 jornadas.
Lo que también se vio, fue que Don Arturo Mendoza imprimió su sello, no sólo en la cancha, si no fuera de ella, en los entrenamientos, en los viajes, en las concentraciones.
Les compró instrumentos musicales para que se fueran cantando en los viajes, lo que le trajo algunos problemas con ciertos directivos, pero al mismo tiempo, unión en el grupo de jugadores, a los que les gustaba reunirse, no solo en el estadio para entrenar, si no también por las tardes en el Edificio Central de la Universidad, tan solo para convivir.
Vino el final del torneo y no se logró el objetivo de ser campeones, pues el título fue para los Tecos de la autónoma de Guadalajara, los que lograron el ascenso directo a la Segunda División.
Pero también hubo otra promoción, que decía que el último lugar de la Segunda División descendía automáticamente, pero el penúltimo lugar se debería de enfrentar al segundo lugar de la Tercera División y el antepenúltimo se enfrentaba al tercer lugar.
Fue así como los Pumitas se enfrentaron a los Linces del Tec de Celaya. El primer juego fue aquí en San Luis y lo empataron y el segundo fue en Celaya, donde también empataron, pero en penales ganaron los Pumitas y así fue como lograron el ascenso a la Segunda División.