Una noche que recordará la afición taurina con Uriel Moreno “El Zapata” que estuvo en plan grande, Jorge Hernández que le entró al quite y lo hizo de buena manera, Fermín Espinosa mostró clase y que decir de Fermín Rivera que con el de regalo conectó con el público de la Monumental El Paseo.
Esta fue la segunda corrida de la Feria Nacional Potosina, que se desarrolló ante tres cuartos de plaza, que a pesar del cambio de última hora por causas de “fuerza mayor” respondió y se fue con un sabor de boca al ver a todos los protagonistas salir a hombros y por la puerta grande.
Jorge Hernández sustituyó a Rodrigo Santos, salió a defender su sitio, y lo hizo en grande, a su primer enemigo le cortó dos orejas, en el segundo no tuvo la misma suerte, pero dio vuelta al ruedo.
Uriel Moreno “El Zapata” fue el que armó la escandalera en El Paseo, puso de cabeza la plaza al poner las banderillas, a su primer lote le cortó oreja y al segundo dos apéndices. Fermín Espinosa “Armillita” se presentó ante un cuarto toro de la noche que tuvo calidad remató con buena estocada para llevarse las dos orejas, a su segundo enemigo le negaron el apéndice y el público lo sacó a dar vuelta al ruedo.
El otro espada, el de casa, Fermín Rivera que fiel a su estilo, toreó sobrio efectivo, pero que sigue sin encontrarle la muerte a los toros, al primero tuvo aviso y en el segundo, división. Pero lo mejor se lo guardó para el de regalo, con un ejemplar de Campo Hermoso, haciendo que la gente conectara con su manera de torear, sintiendo y coreando cada trazo del fino matador potosino en una plaza ya entregada a lo que el torero hacía en el ruedo.
Los forcados potosinos como siempre estuvieron enormes, dando una gran actuación. El encierro de la ganadería Gómez Valle, los cuales fueron bueno en términos generales.