Súbe Pilar, sube…sube Pilar, sube. Así alentaba la gente al portero José Pilar Reyes para que se subiera al ataque de su equipo y muchas veces le hacía caso a esa afición que contenta lo festejaba. Eran momentos de gloria para el portero nacido en Aguascalientes y que llegó a la Primera División con el equipo “Santos” del San Luis, que dirigía Don Carlos Miloc.
Muy jovencito llegó a San Luis Potosí, proviniente de un equipo de Tercera División de ese lugar y que se acababa de desintegrar.
Sucede que don Arturo “El Caballo” Mendoza, que estaba como auxiliar técnico de Miloc, en la segunda División, tenía mucha relación con el futbol amateur de nuestra ciudad y en una ocación mandó a varios jugadores potosinos para que se integraran con el equipo de Aguascalientes.
A los pocos meses, esos jugadores estaban de regreso y se reportaron con El Caballo Mendoza a quien le comunicaron que el equipo se desintegró y por eso se regresaron, por lo que don Arturo les preguntó que si no harbría algunos jugadores que se pudieran rescatar, a lo que uno de ellos le dijo: pues mire, hay un centro delantero, que no es muy bueno, pero anota muchos goles y le dicen “La Bruja” Gutiérrez, pero hay también un portero que es muy bueno y se llama José Pilar Reyes.
Don Arturo se lo comunicó a Carlos Miloc, quien aceptó que vinieran a probarse esos dos jugadores, los que al día siguiente estuvieron en el entrenamiento en el Estadio Plan de San Luis y sucede que en ese entrenamiento Pilar Reyes tuvo la mala fortuna de que se fracturó la mano, pero aún así, Carlos Miloc dijo: que lo contraten de inmediato, de la fractura va a salir pronto y que también contraten a Gutiérrez.
Fue así como llegó José Pilar Reyes al equipo San Luis de la Segunda División, en donde hizo historia al romper récord sin admitir gol y fue con el equipo que logró ascender a la Primera División, en una final ante Celaya.
San Luis jugó sólo una temporada en la Primera División, llegó a la liguilla, tuvo dos clásicos con el Atlético Potosino, uno lo empató y otro lo ganó y luego el equipo fue vendido a Tampico.
La mitad de los jugadores del San Luis se fueron a Tampico y otra mitad se fue con Carlos Miloc, con el equipo Tigres, en donde lograron el primer campeonato de esa institución, además de que Pilar Reyes llegó a la Selección Nacional al Mundial de argentina 88, en donde los resultados no le fueron muy favorables.
Pero Pilar Reyes siguió siendo ídolo de muchos potosinos y muchos norteños, que siguieron su carrera hasta decidió colgar los guantes y decir adiós a las canchas como portero.