Se cumplieron 50 años de aquel 2 de mayo de 1972 cuando el matador de toros potosino Curro Rivera cortó cuatro orejas y salió a hombros por la Puerta Grande en Las Ventas, de Madrid.
Por tal motivo y a 21 años de su fallecimiento, un grupo de amigos, familiares, junto con la empresa de la monumental plaza de toros "El Paseo", develaron una placa de bronce en su honor, para recordar aquel imborrable y memorable triunfo en la capital española.
En el acto estuvieron presentes el Padre José Inés Galván Govea, quien oficio una misa en el patio de los murales, por la puerta de sombra en honor a Curro Cumbre.
Fue el empresario Joaquín Guerra quien dio la bienvenida a todos los asistentes, y recordó el paso del finado matador de toros; mientras que el diestro Rafael Rivera, hijo del maestro, dirigió un emotivo mensaje en nombre de la familia Rivera.
Y se dio paso a la develación de la placa, a cargo de las señoras Rosario y Verónica, hermanas de Curro, siendo testigos la señora Rosita Villanueva de Rivera, acompañada de sus otros hijos Francisco María Rosa, Carolina, además de nietos y sobrino, el matador Fermín Rivera Agüero.
Otros asistentes: Mateo, hijo de Joaquín Guerra; Ricardo García Rojas, Polo Meléndez, Jesús Torre, Víctor Santos, Lupita Romo, Eduardo Cabal, Héctor Guerra, Conchita Terrones, viuda de Beto Preciado, y algunos aficionados y miembros de La Peña Taurina de Curro Rivera, entre otros.
Cabe mencionar que anteriormente en el mes de agosto, la Peña "El Toreo" de Monterrey y Cadereyta le había rendido un emotivo homenaje por el mismo motivo a Curro Rivera.