Recuerdo aquel 17 de febrero de 1971, cuando con emoción escuché a la señora que nos llevaba el periódico, como fue deslizando El Sol de San Luis por debajo de la puerta y rápido lo tomé para ver mi primer nota publicada en ese gran diario, aún recuerdo como me temblaban las manos al estar leyendo aquella nota.
Hoy con la misma ilusión, a más de 50 años de distancia, escribo esta columna de despedida, pues ha llegado el momento de la jubilación, afortunadamente no por falta de facultades o por falta de interés para seguir cumpliendo con mi trabajo, simplemente por que son ciclos que se deben de ir cumpliendo.
Mi emoción y mi gusto que siento al escribir una nota, sigue siendo lo mismo, como la primera vez y a lo largo de 50 años en el periodismo. Sigo sintiendo el mismo amor y respeto por mi trabajo y en mi familia saben bien que no soporto que maltraten a un periódico y mucho menos que lo rayen con una pluma.
En esta etapa de mi vida, me voy con la satisfacción de haber vivido lo mejor del periodismo, pues tengo la satisfacción de que en la actualidad, soy el único periodista activo, de haber cubierto la época de oro del futbol potosino, cuando se tenían dos equipos profesionales y ser corresponsal en ese tiempo, de los diarios nacionales ESTO y Estadio.
La satisfacción de haber escrito varios reportajes para el suplemento dominical del ESTO, que era lo máximo en ese tiempo. La satisfacción de haber sido Jefe de Deportes en El Sol de San Luis, siendo el periódico líder y con la sección deportiva más leída en nuestro estado.
La satisfacción de pertenecer a la familia de los Portillo, periodistas deportivos que nos ganamos un lugar en la sociedad potosina con Roberto, Jesús, Miguel, Francisco, Paco Jr., Nadia, Tino Jr y ahora con la nueva generación de Luis Enrique Sánchez Portillo.
La satisfacción de haber hecho amistad con miles de personas en este camino, desde gente encumbrada y con poder, hasta gente del barrio.
La satisfacción de haber hecho miles de amigos y muy pocos, pero muy pocos enemigos y aún a estos los puedo saludar de frente y sin rencores.
Por todo esto, no nos queda más que agradecer a todas las personas de las que nos rodeamos para cumplir nuestro trabajo, a los directivos de equipos profesionales, a jugadores, directores técnicos, presidentes de ligas de futbol, de ligas de beisbol, voleibol, basquetbol, en fin, a todos los deportistas.
Gracias a todos mis compañeros de El Sol de San Luis, desde editores, reporteros, fotógrafos, publicistas, oficinistas.
Gracias a todos mis compañeros de los otros medios, con los que difícilmente tuvimos un problema.
Esto es sólo darle la vuelta a la página, adaptarnos a un nuevo proceso dentro del periodismo, como tantos a los que nos tuvimos que adaptar a lo largo de 50 años en el periodismo.
Como dice el empresario Jacobo Payán, aquí andaremos, somos de esta ciudad, no nos vamos a ir y por aquí nos seguiremos viendo.