José María de los Santos mira hacia lo más alto de las montañas, para él son colosos inmóviles a los que se les debe tener respeto, pero no miedo, cada pisada cuenta, se debe ser cuidadoso y no dudar pues un paso en falso pone en riesgo su vida y la de los demás. Es la adrenalina que por más riesgoso que sea, la disfruta.
"Chema" es un potosino de 23 años que estaba perdido en su sendero, hasta que el alpinismo lo rescató, una actividad de la que se apasionó tanto que quiso seguir cumpliendo cada vez más retos al escalar las montañas más altas.
“A raíz de un problema personal, a mis 21 años, pues a veces se va por el camino de lo más fácil, de la fiesta por llamarlo así, y a veces llega un exceso y va contra los principios y valores, yo salgo de un internamiento y cuando salgo es cuando me decido meterme al alpinismo, fue cuando sentí una conexión, cuando empecé a experimentar algo nuevo en la montaña”, comentó el joven potosino.
José María se enfrentó a las montañas más altas del país, pero sentía que podía dar más, por eso se fue a la conquista de los picos de mayor altura, como el Kilimanjaro en África, el Kosciuszko en Oceanía, el Monte Elbrus, en Rusia.
"En la primera montaña fue el Iztaccíhuatl, que es la segunda montaña más alta, entonces empiezo a sentir una conexión, si hay un cansancio, si hay un agotamiento, si hay una frustración que dices ya quiero parar, de qué estoy haciendo aquí, pero me seguía ganando el, quiero otra vez, quiero más, tengo que llegar a la cumbre, no me rindo", mencionó.
En abril de este año “Chema” se convirtió en el primer potosino que estuvo cerca de conquistar la imponente montaña del Everest, logró alcanzar la “Zona de la Muerte”, llamada así por las condiciones extremas, pero decidió bajar para ayudar a un compañero que estuvo en peligro.
“Cuando llegué al Everest sentí que estaba en otro planeta, lloré, grité, pataleé, sé que suena muy niño, pero fue algo indescriptible, yo no tenía palabras sentí como que se te va el aire y dices, no marches el día de hoy cumplo lo que tanta gente y lo que tanto un alpinista desea, el estar aquí viendo ese monstruo, con el respeto al Everest, es impactante lo que te da esa montaña, tú la ves y dices guau, para mí fue algo increíble”.
El alpinista se quedó con ganas de revancha en el Everest, por eso tendrá una intensa preparación en Perú para cerrar el 2023, así como a inicios del próximo año con el arranque de su gira mundial en donde busca conquistar las 7 cumbres.
“El 17 de noviembre viajó a Perú a hacer dos montañas, en el Nevado Pisco y la otra montaña la estamos por confirmar. A mediados de enero viajamos a Aconcagua, en Argentina, luego volamos a Chile en esa misma expedición a hacer el Ojo del Salado, que es el volcán más alto del mundo, posteriormente a ese vuelo a Nepal a encontrarme con mi famosa revancha el Everest”.
José María quiere ser uno de los poco más de 30 mexicanos que han logrado alcanzar la cima del Everest, cabe resaltar que entre ellos están Ricardo Torres Nava, el primero en 1989 y Elsa Ávila la primera mujer en lograr la cumbre en 1999.