La familia de la charrería, integrada por diferentes asociaciones en San Luis Potosí, le demostró su fe a la Virgen de Guadalupe con la tradicional peregrinación en la que año con año le dan gracias a su “reina” por cuidarlos en el lienzo charro.
El punto de reunión fue la Caja de Agua, donde los charros y escaramuzas recorrieron la Calzada cargando la imagen de la “virgen morena” hasta llegar a la Basílica Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe para recibir misa.
Con sombrero en mano y rezando durante todo el trayecto, charros y escaramuzas le llevaron ofrendas a la guadalupana y dieron gracias por los favores recibidos en el último año en el que la charrería ha despertado cada vez más interés.
Para los charros este evento es una tradición que por años se va pasando de generación en generación, tal es el caso de Jesús Díaz de León quien lleva aproximadamente 25 años demostrándole su fe a la Virgen de Guadalupe.
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“La peregrinación lo hacemos, porque nosotros siempre nos encomendamos a Dios y sobre toda a la Virgen de Guadalupe. Es nuestra madre, es el símbolo de los charros y es lo más importante para nosotros”, comentó Jesús Díaz de León.
Eustorgio Flores, de la Asociación Charros Centenario, coincidió que esta peregrinación que reúne a la familia de la charrería potosina es un acto en el que se demuestra el amor y respeto por la reina del deporte nacional por excelencia.
“La peregrinación la hacemos por la fe que tenemos a la Virgen, es la reina de los charros a nivel nacional, yo creo que la importancia es que siempre nos encomendamos a ella y siempre le tenemos amor, por eso esta peregrinación para su día que es el 12 de diciembre”, mencionó.
En este acto de fe también participaron niños con los trajes típicos de charros y las pequeñas escaramuzas con sus coloridos vestidos, a ellos también desde pequeños se les inculca la devoción por la “virgen morena”.