Doloroso fue aquel fracaso de Carlos Miloc al no lograr el ascenso en su primer torneo, pero el futbol siempre da revanchas y en un segundo intento se consiguió regresar nuevamente a la Primera División.

Fue en el segundo torneo que Carlos Miloc estuvo al frente del equipo Santos de San Luis, esta vez no fueron los poderosos que habían sido en el torneo pasado, terminaron como líderes de su grupo, pero el súper líder del torneo fue el equipo del Celaya.

Pocas modificaciones se hicieron en el cuadro potosino, salvo las ausencias del potosino Toño Carrizales que fue contratado por el equipo del Unión de Curtidores, que estaba en la Primera División y la salida del “Perico” González, el que llegó como gran amigo de Miloc, pero al termino de ese primer torneo, ya no soportó que el técnico le exigiera tanto, cuando estaba perdiendo velocidad como defensa central.

A pesar de todo, el equipo San Luis se mostraba como una escuadra poderosa, se había acoplado muy bien a lo que quería el entrenador, que por cierto alababa el buen desempeño de su equipo y decía: “afortunadamente tengo un equipo de hombres, no de nombres, que se entregan en la cancha. Tengo a un “Chocolate” Hernández que es capaz de mandar un pase de lado a lado de la cancha y ponerlo en el pie del compañero, además de tener a un equipo fuerte en todas sus líneas”.

Así llegó el equipo San Luis a la liguilla en busca de conseguir el ascenso. Esta vez se aplicaron en cada uno de los partidos y terminaron en primer lugar de su grupo, mientras que, por el otro lado, fue el equipo de Celaya, quien terminó como primer lugar.

Como Celaya había hecho más puntos en el torneo, le tocó visitar primero al San Luis en el Plan de San Luis y el juego de vuelta fue en el estadio del Tecnológico de Celaya.

El equipo del San Luis era bueno, pero el de Celaya no se quedaba atrás, por eso había terminado como súper líder y en la liguilla, terminó con facilidad como primer lugar de su grupo.

El juego en el “Plan de San Luis” estuvo complicado para el equipo Santos de San Luis, pero ganó con marcador de un gol a cero y le tocaba ir a Celaya a defender esa ventaja.

En Celaya, como era de esperarse, el estadio estaba a reventar y los dos equipos salieron con todo, terminando el primer tiempo con empate a cero goles.

Para el segundo tiempo Celaya anotó el gol con el que empataba el marcador global, pero el San Luis buscó en todo momento volver a ponerse en ventaja.

Fue como en el minuto 75 cuando Arciniegas, jugador del San Luis, mandó un disparo que se estrelló en el travesaño y en el rebote, entró Juan de Dios Castillo, que se lanzó de palomita y así hizo el gol, con el que los “Santos” se pusieron nuevamente en ventaja.

Los últimos minutos de ese partido, fueron dramáticos, sensacionales, así lo narraba un comentarista de Radio Juventud, que narraba a ras de pasto y que se escuchaba en buena parte del estadio.

El equipo Celaya se fue con todo en busca de igualar nuevamente ese partido, pero la defensa y el portero Pilar Reyes, lograron mantenerse sin que les volvieran a anotar y así llegó el final del partido.

El estadio de Celaya se convirtió en un sepulcro, mientras los jugadores del San Luis se abrazaban y felicitaban, aunque no estuvieron mucho tiempo para no provocar a los aficionados de Celaya.

Aún así, para entrar al vestidor había que atravesar un pasillo dividido únicamente por una malla ciclónica, por lo que un aficionado llegó corriendo y dijo “Miloc, Chin.. a tu ma..” y le arrojó a la cara un vaso, supuestamente con cerveza, pero también le escurría algo así como babas. Miloc ni volteo a ver al aficionado, ni siquiera se limpió, simplemente siguió caminando. Caminaba por el camino del triunfo y nada lo iba a interrumpir.

EL APUNTE

Desde entonces hicieron a la canción de El rey, su himno, por que no hay que llegar primero, si no hay que saber llegar

EL APUNTE

La diferencia de aquellos ascensos del San Luis a los de ahora, es que en ese tiempo toda la gente, absolutamente toda, estaba metida con el equipo.