Audi R8 es uno de los autos más emblemáticos de nuestros tiempos, desde que fue presentado en el Salón de París en 2006 y hasta la fecha, su imponente presencia, alto desempeño y principalmente su poderoso motor central de alta cilindrada, le han llevado a ganarse un lugar en la historia de los superdeportivos.
Con la acelerada evolución en la industria automotriz y la electrificación, encontrar un vehículo cuya potencia provenga de un V10 es sumamente difícil, podemos decir que los que pueden apreciarlo y manejarlo, son afortunados por contemplar un exponente de tal magnitud, en especial porque la marca de los cuatro aros se despedirá pronto de los motores grandes, trazando un camino totalmente eléctrico para el futuro sucesor.
PRESENCIA INTIMIDANTE
Cada ángulo de su alargada carrocería demuestra su carácter deportivo, las formas afiladas de sus faros LED y su enorme parrilla Singleframe flanqueada de tomas de aire dominan el exquisito frontal, mientras que su baja estatura resalta su silueta coupé y da mayor peso a los rines de aluminio de 20 pulgadas y las marcadas entradas de aire que nacen en los laterales.
La parte más imperiosa es sin duda la trasera, con un aspecto más ancho remata el gran trabajo aerodinámico de todo el vehículo, pues alberga un alerón desplegable a la velocidad, enormes puntas de escape y rejilla de salida en conjunto con un deflector inferior, que culminan el paso del demandante flujo de aire que consume el motor central.
INTERIOR PURISTA
Por dentro la atmósfera es de primer nivel, la cabina presenta un contrastado diseño en rojo y negro, con molduras en aluminio y detalles en fibra de carbono. Desde que entramos todo está configurado para disfrutar el manejo, los asientos son corte deportivo tapizados en piel napa, pese a que no son tipo bucket, te mantiene firme cuando se amerita.
El tablero demuestra que estamos a bordo de un superdeportivo, claramente su diseño está enfocado en el conductor, prescinde de una pantalla táctil en el centro, en su lugar se ubican salidas del climatizador. Por el contrario, toda la información, tanto del vehículo como del sistema de infoentretenimiento, se despliega en el clúster de instrumentos a través del Virtual Cockpit de 12.3 pulgadas, todo para que la vista siempre se mantenga
Por ello, en Autos OEM no perdimos la oportunidad de vivir la experiencia a bordo del modelo más grande del fabricante alemán, que llegó a nuestra redacción en su versión Coupé V10 RWD Performance.
Monumental
Desde que aprietas el botón de encendido, el auto te recibe con un rugido espectacular, un sonido que impone respeto y que al mismo tiempo pone en alerta tus sentidos; gracias al motor V10 FSI atmosférico de 5.2 litros, que genera 570 caballos de fuerza y 405 libras pie de torque.
Hundir el pie en el acelerador te catapulta brutalmente arriba de los 100 km/h en apenas un par de segundos, su rápida transmisión S tronic de siete velocidades manda la descomunal fuerza al eje trasero. En plena recta, la sinfonía que emana el motor central es imponente cada vez que las revoluciones rozan la zona roja del tacómetro.
Su desplazamiento hace gala del gran trabajo aerodinámico, la carrocería de aluminio corta el viento como una espada al papel, acentuando un comportamiento sólido y bien plantado al asfalto que te hace llevar al auto a sus límites con facilidad.
Cuando enfrentamos curvas su balance es sobresaliente, esto gracias a la posición central del V10 y al buen reparto de pesos entre los ejes, de 40% adelante y 60% atrás, sumado a la suspensión deportiva configurada específicamente para controlar la fuerza motriz en el eje posterior.
El Audi R8 RWD Performance es uno de esos coches que representan fielmente la pasión por el manejo deportivo, su tracción trasera sorprende por el desempeño equilibrado, de llevarte de forma descomunal de una emoción a otra, sin duda un superauto que alimenta el espíritu de quien se ponga detrás de su volante.
FICHA TÉCNICA
- Motor 5.2L V10 FSI
- Potencia 570 Hp
- Torque 405 lb-pie
- Transmisión S tronic de siete velocidades
Precio $3,074, 900
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