Como pasa el tiempo y no nos percatamos en muchas ocasiones en que transcurrieron 14 años de nuestras vidas; mucho o muy pocos recordamos que sucedió un 29 de abril de 2006, que quedó marcado en el futbol potosino como una de las fechas más emblemáticas de su historia y su principal protagonista lleva por nombre: Marcelo Guerrero.
Corría el año del 2006 y una serie de acontecimientos importantes se presentaron en nuestro país hasta el mes de abril; el EZLN inicia el recorrido por los estados del país en una marcha denominada “La Otra Campaña”; el toro Pajarito quedó inmortalizado por al ser el primer astado en saltar del ruedo hasta la segunda fila de la Plaza de Toros México; 65 mineros quedaron atrapados tras una explosión en San Juan Sabina mejor conocido como el Desastre de Pasta de Conchos; la banda irlandesa, The Rasmus, por segunda ocasión se presentó en México y nuestro actual presidente no participo en el primer debate de candidatos a la presidencia de nuestro país en ese año.
En aquel ya lejano 29 de abril, pero del 2006; el futbol mexicano vivía la última jornada de su Torneo de Clausura 2006, pues se definiría que equipos pasarían a la liguilla, pero, sobre todo, que escuadra perdería la categoría y en esta ruleta se encontraban tres equipos: Veracruz Dorados y San Luis.
Para ese día, los Tiburones necesitaban únicamente ganar o empatar para mantener la categoría, logrando lo segundo al igualar 1-1 Morelia; Dorados, necesitaba ganar o empatar pero que el San Luis no sacara los tres puntos para mantenerse en primera división; y el San Luis su única opción era salir con los 3 puntos del Alfonso Lastras Ramírez para continuar en la categoría y de paso avanzar a la liguilla del Clausura 2006.
El encuentro programado a las 21:00 horas de ese sábado de abril en el Coloso de Valle Dorado llegaba, los 22 jugadores se encontraban en el terreno de juego, con Raúl Arias en el banquillo, San Luis salía con Adrián Martínez, Carlos Sánchez, Alfredo González Tahuilán, Adrián García Arias, Octavio Valdez, Luis Ignacio González, Jesús Mendoza, Sebastiao Pereira “Didi” y Ariel González, arropados por más de 25 mil almas que copaban las gradas del estadio potosino.
No habían pasado 6 minutos del encuentro cuando Tito Villa puso al frente a los rojinegoros del Atlas, con un testarazo que mandó a las redes, cambiando el júbilo por rostros de tristeza, preocupación y lágrimas en los aficionados potosinos, que veía como nuevamente se iba de las manos la Primera División.
Los minutos transcurrían; pese a la adversidad la tribuna no callaba; en el terreno de juego San Luis trataba de ofender la meta que protegía Antonio Pérez, sin hacer algún daño; Arias comenzó a mover sus piezas y de un golpe mandó al terreno de juego a Emilio Mora y Ángel Reyna; pero sin mucho éxito pese a que Atlas ya jugaba con un hombre menos por la explosión de Daniel Orteman al minuto 64.
Era el minuto 69’, el sacrificado en abandonar la cancha era Carlos Sánchez, su lugar sería tomado por el uruguayo Marcelo Guerrero; sí, ante el asombro de los aficionados, el jugador que llegó en el Apertura 2006 a las filas potosinas sin mucha fortuna y que en ese torneo solo había visto 22 minutos de juego en la primera jornada ante Tecos, era el elegido para ser el último cambio y oportunidad del cuadro potosino.
Minuto 88, de los botines de Reyna sale un centro que anticipa Tahuilán; el balón acarició las redes de la portería norte del Alfonso Lastras, 1-1, el gol fue acompañado por grito de gol que se ahogaba en las gargantas de los aficionados y hacía nacer las esperanzas de lograr la victoria.
En Culiacán, el choque entre Dorados y Pumas había finalizado, un 0-0 que era festejado por la afición de Sinaloa que ene se momento y sin saberlo, vivía sus últimos instantes en Primera División.
Minuto 90+2; Emilio Mora saca un centro que nuevamente es rematado por Tahuilán, pero ahora choca en las manos de Pérez; el esférico queda botando en el área chica, es ahí cuando aparece Marcelo Guerrero, que de zurda no le piensa para mandar a guardar el esférico a las redes rojinegras; si, era “El Gol del Milagro”, el gol que salvaba al San Luis, el gol que le daba la calificación a liguilla, un gol que pasó a la inmortalidad del futbol potosino.
Mauricio Morales hizo sonar su ocarina que marcaba el final del encuentro, en las tribunas y sobre el terreno de juego el llanto de felicidad no se hizo esperar, la fiesta comenzó, todo mundo gritaba, festejaba y abrazaba a la primera persona que se encontraban en el camino, en especial a Guerrero, quien se convirtiera de héroe en unos minutos, era día de fiesta en San Luis Potosí.
Esa noche, la capital potosina no durmió, y así a lo largo de tres semanas más de liguilla, donde vencieron en cuartos de final al Atlante, en semifinales despacharon al Toluca, y que finalizó con el subcampeonato al caer 1-0 ante los Tuzos de Pachuca en la Final.
A partir de ahí la historia del San Luis fue diferente, se convirtió en un equipo animador del futbol mexicano, llegando a jugar una Copa Sudamericana y dos Copas Libertadores, siendo la edición del 2009 la mejor para ellos logrando avanzar a octavos de final, dejando una gran historia en el futbol potosino.