Con evidente gozo espiritual se vivió la tradicional Posada Parroquial Navideña, en la hermosa Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, del legendario, histórico y popular Barrio de Tequis.
Las tradicionales Posadas Navideñas se celebraron en armonía, paz y evidente fervor en este hermoso barrio, organizadas por el Párroco de Tequis, Presbítero, Licenciado Rubén Pérez Ortiz, apoyado por los Vicarios Parroquiales, Catequistas y Consejo Parroquial.
Participaron con desbordante regocijo y evidente fervor todos los vecinos del Barrio de Tequis, pero de manera especial, Catequistas. Los niños del Catecismo estuvieron acompañados por sus Papás y familiares, pues quisieron verlos actuar en la presentación de una bonita Pastorela muy evangelizadora, en la que escenificaron los Misterios Gozosos del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, para después rezar el Rosario con profunda devoción a los Santos Peregrinos y al Niño Dios, se pidió posada por alrededor de toda la plaza y el Jardín de Tequis, para concluir rompiendo la tradicional piñata de siete picos en el atrio del templo parroquial, amenizada por un coro y una banda de instrumentos de viento.
El Padre Rubén Pérez Ortiz y sus Vicarios, explicaron a los fieles la profunda simbología catequética y evangélica que tiene una Posada, así como los Misterios Gozosos del Nacimiento del Redentor del mundo, así como lo que significa el romper la piñata de siete picos, por lo que dijo el Párroco:
“El pedir posada nos recuerda el transitar y sufrir de María y José buscando un lugarcito para que naciera Jesús, lo que nos demuestra su gran humildad de espíritu y pobreza de corazón; el romper la piñata nos recuerda que debemos dejar de nuestra vida los 7 pecados o vicios capitales, y así, encaminarnos a recibir al Niño Dios en nuestro corazón con un corazón limpio, puro, transparente, convertido, verdaderamente transformado, apartado de todo pecado, para que nosotros seamos el pesebre donde Jesús se pose, nazca y habite por siempre en nuestro corazón y para que nuestras actitudes, acciones, y pensamientos giren en torno a Dios nuestro Señor, hecho hombre a nuestra imagen y semejanza. Sin duda debemos dejar que nazca verdaderamente en nuestro corazón para que Jesús sea el centro de nuestra vida”.
Después de la pastorela, de rezar el Rosario, pedir posada con velitas y luces de bengala y romper la piñata, se entregó a los niños del Catecismo y fieles en general, un bolo que consistió en gran variedad de dulces surtidos, fruta como naranja, mandarina y cacahuates, unos tamalitos, atole, ponche, a la vez que convivían en armonía, paz, amor y sobre todo con fe y esperanza de que vendrá “El Emmanuel”, es decir “el Dios con nosotros” que nos ama hasta dar la vida por nosotros pecadores.
El Padre Rubén Pérez Ortiz exhortó a todos los asistentes, a abrirle sinceramente nuestro corazón a Jesús Niño que está por nacer, pues precisamente estos encuentros en comunidad, como son las tradicionales Posadas navideñas, nos ofrecen un auténtico encuentro con Cristo bendito, por lo que debemos ir más allá de la tradición, enfatizó por enésima vez.