Sylvia Pasquel presentó el monólogo: “No seré feliz pero tengo marido”

Protagonizado por la carismática y versátil actriz; hizo carcajear al respetable y al mismo tiempo lo hizo reflexionar

Angélica Maldonado Morales | El Sol de San Luis

  · miércoles 9 de octubre de 2019

Fotos por Juanita Olivo

La primera actriz Sylvia Pasquel protagonizó el monólogo “No seré feliz pero tengo marido”, en el arquitectónico Teatro de La Paz. La puesta en escena abordó temas de gran interés de la pareja, se tornó por demás realista, pero sobre todo divertida, de tal forma que los asistentes pasaron momentos muy divertidos, por lo que las carcajadas se dejaron escuchar por todo el recinto.

Sin duda fue un escape y un momento de relax para el público, compuesto en su mayoría por mujeres, aunque también asistieron hombres que de pié la ovacionaron la actuación de la carismática y versátil actriz, por el contenido y sentido de su puesta en escena.

Narró la experiencia de una mujer enamorada, que fue novia, para después ser esposa, madre de familia y ama de casa y evidencia todas las vicisitudes por las que atraviesa una mujer que buscar ser comprendida, escuchada, amada, querida, consentida por su marido y sus hijos, que no tienen ni un gesto de ternura para ella. Abordó la importancia que debe tener la comunicación franca y sincera en una relación de pareja, sea de novios o esposos, incluso la comunicación que debe prevalecer en una familia con los hijos, que muchas veces se ausentan y son ingratos con la madre.

Cabe señalar que este monólogo no incitó a la disolución del matrimonio o a la separación de la pareja, simplemente es una obra en la que se pueden ver reflejados muchos de los asistentes al ser testigos de la historia de una pareja en declive.

El monólogo trató temas de desamor, incomprensión, engaño, infidelidad, de la pareja y el matrimonio, escrita originalmente por Viviana Gómez Thorpe, dirigida por Claudia Ríos y producida por Rubén Lara.

La historia trata de una mujer que en sus bodas de plata se entera que su marido la engaña con una joven y bella edecán, haciendo reflexionar, pero también reír al público pasando por distintas emociones.

El efecto provocado por la obra en todas las personas sigue siendo muy bueno, ya sea en pareja, divorciados o abandonados, en especial a quienes rompen con una relación de años, con todas las dificultades y sufrimientos que representa superar una ruptura. Terminó con la frase: ¡¡Ahora soy feliz y no tengo marido!!!. "Soy feliz porque ya empecé a amarme primeramente a mí misma".

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