Sopa de letras, memoramas y talleres virtuales, ofrece Museo del Ferrocarril

Un atractivo lúdico: La llegada del Ferrocarril a suelo potosino; vea usted cómo las estaciones del ferrocarril, representaban progreso, poder y solidez

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · domingo 26 de abril de 2020

Cortesía | Museo del Ferrocarril "Jesús García Corona" de SLP ofrece una gran variedad de material didáctico para que los niños aprendan de forma lúdica y virtual

Los pequeños podrán jugar y a la vez aprender con memoramas y gran variedad de material didáctico que ofrece el Museo del Ferrocarril "Jesús García Corona", como es el juego sobre el tema de la llegada del ferrocarril a San Luis Potosí trajo consigo importantes avances tecnológicos, así como la implementación de modernas infraestructuras construidas bajo modelos prestablecidos.

Era necesario contar con instalaciones especialmente diseñadas que les permitieran a las compañías de ferrocarriles lograr una mejor operatividad en la distribución de carga y en el alojamiento, movilidad y transporte de pasajeros. Las estaciones Mitzel, Bentele, Unificada y Monasterio, estuvieron diseñadas con carácter funcional, fueron un espacio en donde se daba un intercambio cultural y económico entre pueblo y viajero, un lugar en donde las personas se relacionaban y convivían, eran consideradas la carta de presentación de la ciudad, por ello su majestuosidad e importancia. Las estaciones representaban progreso, poder y solidez.

El ferrocarril en la ciudad de San Luis Potosí causó en la población diferentes puntos de vista y opiniones. Por un lado, fue un impacto tanto económico como social, a su vez comenzaba una época donde se revolucionarían los medios de transporte; por otro lado, trajo escepticismo y miedo debido a lo desconocido que resultaba ver una locomotora enorme ante los ojos de las personas que solían viajar en vehículos pequeños o a pie.

La llegada del ferrocarril a suelo potosino puede considerarse como un hito dentro de la historia de la ciudad, fue el parteaguas que la sociedad necesitaba para la realización de las políticas del momento que eran: orden y progreso; estos avances que se llevaron a cabo para alcanzar la modernidad, venían directamente desde la capital del país.

Estos avances iban a tener sus frutos en la capital potosina, pronto la ciudad iba a transformarse, la vida de su gente cambiaría así como su traza urbana mediante la inserción de un moderno avance tecnológico. Los Barrios del Montecillo, Tlaxcala, Santiago y San Sebastián sufrieron cambios así como ranchos, haciendas, villas y granjas.

Cortesía | Obras que se exhiben en el Museo Nacional de la Máscara

Lo interesante del proyecto del ferrocarril era que debía de ponerse en manos de las personas adecuadas, aunque estas, muchas veces estaban conformadas por grupos muy cerrados cuya relación era solamente por los intereses financieros comunes entre ellos o por lazos sanguíneos o de parentesco que pudieran tener.

No siempre se conocía quienes eran los propietarios de los terrenos por donde debía pasar la vía del tren por lo que las compañías ferroviarias se vieron en la necesidad de promover diligencias de adjudicación para obtener ciertos terrenos.

Estas pretensiones de la política mexicana de ir por el camino del progreso e industrialización, permitió que empresas locales y extranjeras comenzaran a participar en la construcción de los caminos de hierro. Así, empresas como la del Gran Ferrocarril Potosino se proponían la construcción de caminos que conectaran lugares estratégicos dentro de la ciudad y fuera de ella. Se le sumaron después empresas extranjeras como el Ferrocarril Central y el Nacional que además de construir nuevos caminos, también se dedicaron a la reparación y mantenimiento de las líneas ya existentes.

Las múltiples inversiones tanto nacionales como extranjeras de diferentes empresas trajeron consigo la creación de estaciones, talleres como el de Diesel y patios de servicio cuya funcionalidad era albergar personas y mercancías para su transportación y distribución. Las estaciones fueron un nuevo y obligado modelo de construcción requerido por los planes de trabajo de las compañías constructoras del ferrocarril en México.

Cada empresa tenía además la responsabilidad de poner al servicio del público varias estaciones en los puntos intermedios del itinerario comprometido. Buscaron el lugar donde el tren pudiera detenerse sin complicación para los pasajeros y las mercancías, para lo que contaban con la infraestructura base del servicio ferroviario y con una entidad arquitectónica sencilla. Este moderno concepto de edificio no sólo supuso un reto, sino que se convirtió en emblema y representación tanto de las compañías constructoras como de las ciudades y regiones.

En la exposición “Estaciones y el ferrocarril en San Luis Potosí” se podrán observar a través de imágenes y textos alusivos, cada aspecto y cambio tecnológico que trajo consigo cada estación, el taller de diesel y el funcionamiento de los andenes a través del esquema Sabías qué. Además de complementar la información con diversas actividades como sopa de letras, memoramas y talleres virtuales.