Exposiciones permanentes y temporales se exhiben en el Museo Nacional de la Máscara, donde se explican los múltiples significados que tienen las máscaras, de acuerdo a las culturas en las que se utilizan, ya sea para sus festividades o rituales.
La máscara es un signo fuerte de amor, de magia, de religión, misterio y de vida; denota el misticismo de los pueblos, los une, los fortalece, los reanima, los impulsa con tal fuerza que creen en ella, en su poder y en el espíritu que la envuelve.
Transformadoras de instantes, de horas y de días. Con las máscaras los seres humanos sienten que son capaces de todo: de hablar con las estrellas, de acercarse a Dios para pedir la lluvia y solicitar beneficios colectivos. Con las máscaras surgen las danzas, los rituales comunitarios y los afectivos. Cada una de ellas lleva implícito un mensaje y siempre ha sido así. A través de los tiempos y de los espacios, el ser humano ha hecho de ellas parte de su vida misma.