- La obra evoca un mundo surgido de su imaginación y fantasía, donde se mezcla lo científico, lo onírico, lo místico, lo esotérico y lo mágico
- De fuerte influencia surrealista francesa, buscaba representar el estado mental del alma interna a través de sus creaciones enigmáticas
- En sus cuadros es común ver a seres practicando artes mágicas o escenas del mundo de los sueños
Magistral conferencia que se tornó por demás interesante, fue la que ofreció la Maestra Tere Derbez, experta en crítica de arte, quien ofreció a través de zoom y facebook (Museo de la Mujer México) una videoconferencia titulada: “Remedios Varo, mujer y artista”, en el marco de la conmemoración del aniversario luctuoso de esta pintora surrealista, escultora, dibujante arquitectónica, artista gráfica y escritora española, que irrumpió en el arte del siglo XX, dejando una imborrable huella en las artes plásticas.
La Maestra Tere Derbez, quien fue invitada a pertenecer a la FEMU, (Federación Mexicana de Mujeres Universitarias) y a la International Federation of Museum´s, explicó a detalle la vida y obra de esta descollante artista, teniendo como moderadora a la Maestra Glenda Hecksher, Vicepresidenta de Asuntos Internacional-FEMU.
La ponente Tere Derbez, indicó que Remedios Varo nació en Anglés, España. A los 15 años entró a estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde tuvo a importantes artistas como profesores. Tras sus estudios se instaló en París junto a su primera pareja y pintor, Gerardo Lazarregeside. Luego se mudaron a Barcelona, donde conoció al pintor Esteve Francés, quien le introdujo en la vanguardia y comenzó a interesarse por el surrealismo.
Señaló que sus obras son conocidas por tener un simbolismo muy personal. En sus cuadros es común ver a seres practicando artes mágicas o escenas del mundo de los sueños, dado que era por excelencia onírica. La obra de Varo evoca un mundo surgido de su imaginación donde se mezcla lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico. “Su trabajo fue disruptivo, se dedicó a plasmar el subconsciente onírico. Una vez sumergida en el surrealismo, se unió a un grupo catalán llamado “Logicofobista”, de fuerte influencia surrealista francesa, que buscaba representar el estado mental del alma interna a través de la pintura”.
“Ella pintaba los momentos donde el tiempo reposa, como lo decía Octavio Paz, y como lo plasmó en su obra: Ingravidez”. Era una artista muy imaginativa, le gustaba lo mágico, lo esotérico y el tarot, le apasionaba la biofísica, la alquimia, lo onírico y lo holístico”.
En la videoconferencia se abordaron algunas de sus obras más conocidas como: “Insomnio” (1942), “Fuentes del Orinoco” (1959), “Mujer saliendo del psicoanalista” (1960), “El trovador”, “Papilla Estelar”, “La creación de las aves”, “Ladespedida”, “Ruptura”, “Fenómeno de ingravidez”, entre otras, en la que se describió su palera de colores utilizados, en su caso utilizó el ocre, el negro, gris, café, amarillo y verde.
Cuando comenzó la guerra civil española (1936-1939) se exilió en París con su segunda pareja, el poeta Benjamín Péret. Pero estallada la Segunda Guerra Mundial, la capital francesa fue invadida por los nazis y huyeron a México, donde desarrollaría la mayor parte de su carrera.
Indicó que además de la pintura, Remedios Varo colaboró con empresas publicitarias para las que realizaba ilustraciones. También fue una peculiar escultora; sus creaciones las hacía con materiales orgánicos como, huesos, espinas de pescado, alambres y cuerdas.
Participó en exposiciones de arte en Nueva York, París, Barcelona y Ciudad de México. A sus 54 años, en el mejor momento de su carrera, un paro cardiaco terminó con su vida.
Sin embargo, su legado trascendió y tuvo reconocimientos póstumos diversos.
La escritora cubana Zoé Valdés, escribió un libro sobre su vida titulado “La cazadora de astros”; Barcelona bautizó un parque con su nombre, “Jardines Remedios Varo” y la Universidad de esa misma ciudad dio un seminario en honor a su obra y estancia en París.
Remedios Varo y el surrealismo
En 1932, tras una breve estancia en París, se estableció en Barcelona, compartiendo taller con Esteve Francés, quien en poco tiempo la acercó a la estética vanguardista. Remedios Varo se interesó más por el surrealismo. Fue miembro de la Sociedad de Artistas Ibéricos y expuso con el Grupo Logicofobista en 1936. A este periodo pertenecen sus obras “Lecciones de costura” y “La pierna liberadora de las amebas gigantes”.
Con el tiempo, Varo, fue acercándose cada vez más al surrealismo francés. Durante la guerra civil, conoció a su segundo esposo, el escritor francés Benjamin Péret, con quien más tarde se instalaría en Francia. Una vez en la capital francesa, Varo, participaría tanto en las reuniones como en las exposiciones de los surrealistas. Se interesó especialmente por el mundo onírico y el inconsciente.
En su obra puede rastrearse la influencia de Goya, El Bosco, las teorías freudianas y la literatura de Edgar Allan Poe.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, dejó París para instalarse en México (1941). Inicialmente trabajó como artesana y entró en contacto casi de inmediato con los grupos surrealistas del país. Fue amiga cercana a la pintora británica Leonora Carrington e hizo parte del grupo al que eran asiduos Octavio Paz, Gunther Gerzso, César Moro, José Horna y Eva Sulzer, entre otros.
Más tarde participó en las exposiciones en museos de Nueva York y de París.
En 1956 tuvo lugar su primera exposición individual en México y a partir de entonces su nombre se convirtió en referente del arte surrealista en el país.
En la década de los cincuentas, dejó su trabajo para dedicarse por completo a la creación pictórica, persuadida por su último marido, Walter Gruen.
SUS OBRAS:
Sobresalen: Insomnio (1942), Frío (1948), Jardín del amor (1951), Hallazgo (1956), Papilla Estelar (1958), Microcosmos (1959), Hacia Acuario (1961) y Aurora (1962). Fuentes del Orinoco (1959) y Mujer saliendo del psicoanalista (1960).
Otros títulos son: Mi amigo Agustín Lazo, Lady Godiva, Naturaliza Muerta Reslicitando, Astral Personne, La Expedicion Del Aqua Aurea y Revelación (El relojero).
Muy poco conocidas e igual de sorprendentes son sus esculturas en huesos y materiales mixtos.
Su obra antes de la guerra es poco conocida, sin embargo, desde entonces era patente su inclinación hacia lo fabuloso y onírico. Al igual que otros artistas, su estilo fue mutando con el paso del tiempo, aunque nunca dejó el surrealismo.
Son celebres sus exploraciones en los mundos diminutos y fantásticos y sus metamorfosis femeninas.
SOBRE REMEDIOS VARO
María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga (Anglés, Gerona, España, 16 de diciembre de 1908 – Ciudad de México, 8 de Octubre de 1963), conocida como Remedios Varo.
Fue una de las primeras mujeres que estudiaron en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1932 se estableció en Barcelona, donde trabajó como diseñadora publicitaria, sumándose al grupo surrealista catalán Logicofobista.
En 1937 viajó a París junto al poeta surrealista francés Benjamín Péret y en 1941, con la llegada de los nazis a la capital francesa, se exilió a México. Nunca regresó a España.
La obra de Varo evoca un mundo surgido de su imaginación donde se mezcla lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico.
Contrariamente a lo que se cree y da por sentado, Remedios Varo nunca adquirió la nacionalidad mexicana, conservando su nacionalidad española, aunque jamás quiso regresar a su tierra natal, a diferencia de su amiga Leonora Carrington quien sí se nacionalizó en el país americano.
En 1952 contrajo matrimonio con Walter Gruen un refugiado político austriaco, quién fue como su padre una pieza clave, al darse cuenta de su singular talento la estimuló y ayudó para que se dedicara exclusivamente a pintar.
Remedios Varo fue un ser admirable, la fama que adquirió con la pintura fue un punto vital, lo que más le satisfacía era su trabajo, pintar logró ser su mayor prioridad hasta que en 1963, a los 54 años, dejo de existir por un ataque cardíaco en la CDMX.