PARÍS, Francia. Se cumplen 50 años del "mayo francés" o "mayo del 68”, dos términos que aunque el primero se reduce sólo al ámbito de Francia, donde surgió, el segundo, más amplio, incluye otras zonas de Europa como la "Primavera de Praga”, o de América, como la matanza de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en la Ciudad de México o los movimientos de repulsa contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos.
El lema de aquel 2 de mayo de 1968 en París que pasaba, de barricada a barricada era uno: “¡aguantad!”, sea como sea. Los manifestantes aguantaron aquella tarde y noche, hasta que, de madrugada, los últimos “resistentes” se escapaban para refugiarse en las universidades próximas.
Aquella primera sublevación de estudiantes contra la autoridad académica se desarrolló en la Facultad de Letras de Nanterre, a las afueras de París que fue germen de todo. Tras estas alteraciones de la vida académica y del orden público aconsejaron al rector cerrar la universidad.
Pero el remedio fue peor: aquellos pocos universitarios del extrarradio llevaron la protesta y su propuesta de revolución a La Sorbona, al corazón de París.
Dos meses de revueltas
Decretado el Estado de Sitio el 6 de mayo, el enfrentamiento con la fuerza pública alcanzó la máxima gravedad cuatro días después, el 10 de mayo. Fue la jornada conocida como la "noche de las barricadas", que dejó casi mil heridos entre manifestantes y policías.
El 15 de mayo, el mundo obrero se unió a los estudiantes y comenzó la ocupación de las fábricas Renault en París. Los líderes estudiantiles de ideología marxista, maoísta, trotskista o revolucionaria, que lucharon por sus ideologías, se reunieron para examinar la situación.
El movimiento de protesta universitario y las huelgas se extendieron a todos los sectores de la sociedad. Los estudiantes habían arrastrado, además, a los obreros a su rebelión contra la autoridad, pero se quedaron solos cuando los sindicatos sintieron el apoyo del gobierno.
El conflicto se extendió al resto de Francia con distinta intensidad y a otras universidades y países, ya que contó con el apoyo de las fuerzas políticas de izquierda y de los sindicatos, que convocaron la mayor huelga general conocida en Francia, seguida de más manifestaciones.
El caos -estupendo para unos, horrible para otros- , duraría hasta el mes de junio, cuando De Gaulle restableció la situación al convocar elecciones. Al final ganó en las urnas la derecha por mayoría, derrotando a los partidos de la izquierda.
Y mientras, muchos de los intelectuales forjaron o derivaron su ideario al problema de Argelia, que concluyó con la independencia del país africano. Al otro lado del Atlántico, los hechos tuvieron su resonancia cuando los estudiantes californianos protestaron contra la guerra de Vietnam y, en México, con los enfrentamientos universitarios de julio que culminarían en la matanza de octubre en la Plaza de Tlatelolco.
Este año fue de una profunda crítica cultural, social y política del capitalismo.