El joven escritor Alejandro Figueroa Moreno, dio a conocer su nuevo libro titulado “Año 3721”, texto en el que se refleja el futuro próximo de la humanidad con la visión del mundo donde el ser humano convive cada vez más con la llamada inteligencia artificial y en donde se plantea en qué medida ha evolucionado como especie. Generalmente se piensa que con el transcurrir del tiempo, todo va siendo mejor en términos de tecnología, asumiendo sin cuestionar que habrá avances y beneficios.
Cada página del libro Año 3721, sin ser un repaso cronológico, permite asomarse al lector a un porvenir imaginario; como si hojease al azar una hemeroteca futurista o una máquina del tiempo.
Se nos inculca que los tiempos venideros traerán maravillas en términos de simplificación, automatismo y rapidez, pero no hay que dejar de preguntarnos a dónde nos lleva todo eso en realidad. De por sí, estamos inmersos en una era donde no nos permitimos el sosiego, la simple contemplación y mucho menos la reflexión. Todo tiene que ser vertiginoso, carrereado y como se estila decir recientemente: “en tiempo y forma”. El individuo se vanagloria por estar haciendo “algo” todo el tiempo, aunque ese algo no valga la pena; incluso varias cosas o proyectos a la vez. La “proactividad” es lo de hoy.
Esta es la época de las informaciones que nos llegan más que nunca, a raudales. La cantidad de contenidos que acaparan nuestra atención es tan abrumadora que nos sentimos obligados a consumirlos y así como las modas, desecharlos para ver qué sigue. Un presente saturado de estímulos que ni tiempo hay de asimilar.
Damos por sentado que las innovaciones nos harán la vida más práctica y más fácil y quizás sí, pero nos desconecta del mundo verdadero, de lo inmediato y lo palpable para concentrarnos más en lo virtual, maquillados ahora por filtros que nos quiten las arruguitas de aquí y las patas de gallo de acá. Ya no queremos ser nosotros, sino una imagen perfeccionada de lo que fuimos o nunca seremos físicamente.
Es ese mundo de las pantallas luminosas de tal o cual dispositivo que una cantidad desorbitante de horas ocupa nuestra vista. Temas en su mayoría relacionados a lugares comunes y contenido de tintes jocosos y poco sesudos. Los llamados asistentes virtuales que se activan a través de nuestra voz, nos recetan por lo regular chistes fáciles e información acartonada, pero… ¿Es porque eso es “lo que le gusta” a la gente? Es en este punto donde aplica el enigma ancestral de qué fue primero, si el huevo o la gallina. Es decir, nos gustan las simplezas ¿porque fue lo que nos recetaron o porque nosotros las pedimos?
Algo sí es seguro, los novedosos artilugios que van saliendo al mercado son hoy por hoy, los bisnietos de lo que está por venir.
Algunos de los encabezados dentro del libro son: Realidad reseteada; Inteligencias artificiales; Moda futura; Un nuevo mundo de posibilidades y el que le da nombre al libro: Año 3721, entre muchos otros.
Eso sí, aquí no se plantea un mundo distópico. Utópico tampoco. Se trata de algo más dimensionado, sin irse a los extremos. ¡Descubre lo que pasa de aquí hasta ese año, Año 3721!