Aunque mayormente conocido por sus extraordinarias obras de la antigua Roma, el Barroco y el Renacimiento, el arte italiano no ha dejado de ser una fuente constante de propuestas artísticas que, desde el siglo XX hasta nuestros días, continúan alimentando y abriendo el diálogo de arte moderno y contemporáneo universal.
Sin embargo, en la misma Italia este hecho había permanecido un tanto ignorado hasta que, en la década de 1990, Umberto Vattani, entonces secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, convocó a destacados artistas a prestar sus obras para la conformación de la Collezione Farnesina.
Este 2024, cuando México e Italia cumplen 150 años de relaciones diplomáticas, 71 piezas de las cerca de 700 que componen el acervo, podrán ser apreciadas en la exposición “La gran visión italiana. La Colección Farnesina”, que se exhibe en el Museo de Arte Moderno (MAM).
“Esta muestra documenta una gran libertad expresiva y, al mismo tiempo, ofrece una amplia visión del arte italiano, ya que presenta a artistas enfoques e ideas que van desde lo más figurativo hasta lo más abstracto y conceptual, mezclando un eclecticismo estético y nomadismo cultural. Sin un orden cronológico aparente, tiene una idea de memoria histórica, en la que he querido capturar esta gran complejidad de articulación artística”, explica Achille Bonito Oliva, curador de la exposición, en entrevista con El Sol de México.
ENTRE EL FUTURO, EL PASADO Y EL PRESENTE
La exposición, con obras de 60 artistas, es una gala de los principales movimientos artísticos italianos, como son el arte futurista representado por Fortunato Depero y Umberto Bocconi, uno de los autores del famoso Manifiesto de los pintores futuristas, escrito en 1910; metafísico, al que pertenecieron Giorgio de Chirico y Alberto Savinio; y el transvanguardismo, del cual se muestran piezas de sus principales exponentes: Sandro Chia, Francesco Clemente, Nicola De Maria y Mimmo Paladino.
También se muestra obra de artistas abstractos, informales, cinéticos, conceptuales y del llamado arte povera (arte pobre), que tuvo una gran influencia durante la década de los 60 y se caracterizó por usar materiales simples. De este último movimiento destaca una obra que toma el centro de la sala, titulada “L’Etrusco” (1976), firmada por Michelangelo Pistoletto, la cual consiste en un gran espejo que tiene de frente a la estatua de bronce con rasgos romanos, que parece reconocerse en el reflejo donde el espectador también se ve a sí mismo.
“En esta exposición no sólo se encuentra la idea de las vanguardias, que típicamente se encamina hacia el futuro; sino que también hay un tránsito hacia el uso de la memoria, la cual busca representar las dinámicas de una historia que convive en diversos aspectos con nosotros”, agrega el curador, quien afirma que todas obras hacen dialogar el presente con el tiempo pasado italiano y universal, a través de los más diversos formatos, como la escultura, la pintura, el grabado, la fotografía y el video.
SUPERAR FRONTERAS
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Achille Bonito Oliva, explica que “La gran visión italiana” se ha exhibido de forma íntegra en otras ciudades del mundo, como Tokio, Singapur, y Nueva York, con la intención de “superar las fronteras y las aduanas”, ya que el valor de estas obras es de carácter universal, además de responder a una visión particular del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional italiano.
“La diplomacia utiliza la palabra para el diálogo de los cambios. ‘La Collezine Farnesina’ utiliza una diplomacia de la imagen, la cual ha generado un gran consenso entre los artistas, quienes incluso han decidido donar muchas obras para la constitución de esta fundación que no utiliza la política sino la cultura como modelo, un modelo que podría servir como ejemplo de vida para las poblaciones”, finaliza.
“La gran visión italiana. La Colección Farnesina”, permanecerá abierta al público en el MAM hasta el 2 de junio.
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