La enfermera Lupita Niño, habló sobre sus grandes satisfacciones en el ejercicio de su profesión, la cual percibe como una misión y vocación de servicio hacia los enfermos que llegan al nosocomio donde trabaja.
Sostuvo que centra su vida en el servicio de quien requiere su ayuda y está sufriendo por alguna enfermedad, pero sobre todo tiene la firme convicción de proteger y cuidar la vida.
Es así como en entrevista exclusiva con "El Sol de San Luis", la enfermera Guadalupe Socorro Hernández Niño, mejor conocida como Lupita Niño, --como le dicen con gran cariño, profundo agradecimiento y evidente afecto sus pacientes--, dijo que “en mi trabajo considero que lo más importante es preservar en todo momento la calidad de vida de todo ser humano, combinado la ciencia médica con la ternura, para el cuidado del alma del enfermo".
"Mi vocación fue una inspiración que tuve durante la estancia hospitalaria de mi hermana en el transcurso de su enfermedad (peritonitis), al estarla cuidando me percaté de la hermosa labor de las enfermeras, y fue como me enamoré de esta noble y hermosa profesión", recordó.
Agregó también que "lo que más me gusta y me deja satisfecha de mi trabajo profesional es que acompaño al ser humano desde su nacimiento hasta su vuelta con el creador".
"Me llena de satisfacción ver la sonrisa en el rostro de mis pacientes, cuando a través de un momento de accidente o enfermedad descubren su verdadera misión en la vida", dijo.
"Yo le diría a todos los pacientes y a toda la sociedad en general que el valor de la vida y la felicidad no dependen de lo sano o enfermo que pueda estar el cuerpo, en mi experiencia me han tocado ver "personas enfermas" muy sanas, porque se sienten bien consigo mismas y son felices aún con el proceso de enfermedad que enfrentan), y "personas sanas" muy enfermas, (por ejemplo, intento de suicidios), que a pesar de su vigor y juventud no le encuentran sentido a la vida", concluyó.