Jóvenes, busquen a Cristo todos los días de su vida, acérquense a Él, no le teman, sean amigos de Él y van a ver que serán felices en plenitud ya desde esta vida terrenal; cuiden su pureza física, espiritual y mental, elijan seguir al Señor que nos ama a todos hasta el extremo de dar Su vida por nosotros, ama a justos y a pecadores, a buenos y malos.
Cristo nos ama de una manera extraordinariamente grata, su amor nos llenará siempre de dicha, disfrutemos el gozo de amarlo en todo lugar y momento e invitando a otros a que lo amen y lo sigan. Esa alegría de sabernos amados y acompañados por Dios, porque Él quiere acercarse a cada uno de nosotros, ve su obra en nosotros en tantas situaciones, y a través de muchísimas personas que caminan junto con nosotros, podemos constatar que nunca nos deja solos y que quiere que sigamos siendo sus discípulos para aprender su Palabra de Vida eterna, de la que tenemos mucho que aprender, pero también nos pide ser sus Misioneros que entreguen la vida por el Evangelio, como lo hicieron sus Apóstoles; nos pide que ejerzamos un apostolado, sea cual fuere, a través del cual le demos más gloria, nos encamine a nuestra propia santificación y a la de nuestros hermanos.
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, al llegar a su término la LIII Asamblea Nacional de Adolescentes y Jóvenes, la cual se realizó con rotundo éxito, siendo San Luis Potos, la sede para este magno encuentro, en el que los participantes estuvieron gustosos y llenos de contento por haber tenido un encuentro íntimo con Cristo a través de Eucaristías solemnes, reflexiones, dinámicas, cursos, talleres, clases de espiritualidad, y orientaciones sabias y certeras de cómo ser discípulos y misioneros en este siglo, en tiempos de grandes retos, conflictos, adversidades, donde tal parece que es más complejo seguir los Mandamientos de Dios.
“Jóvenes, dispónganse a servir a Dios y a la sociedad, no le tengan miedo a Cristo, acérquense a Él y ámenlo, si así lo hacen serán plenamente felices ya desde esta vida terrenal, vivan el Evangelio y sus Mandamientos de amor que nos dejó nuestro Señor, para tener felicidad en plenitud, si lo hacen así, les aseguro que su vida estará llena de gozo, de contento, de grandes frutos”.
En un mundo de grandes avances tecnológicos, donde la tecnología parece rebasarnos, donde se quiere tener la inmediatez, la prontitud, todo a la facilidad, sin el más mínimo esfuerzo, y a la rapidez, “del use y tire”, todo lo que los llena de placer momentáneo y fugaz, pero que les deja vacíos profundos en el alma, si no tienen a Cristo como único amor y como centro de sus vidas, los deja tristes, deprimidos, desanimados, sin fortaleza, sin ánimos de amar a Jesús que vino a salvarnos, a ofrecernos su amor incondicional.
“Gracias por venir de sus lugares de origen para participar activamente en la LIII Asamblea Nacional de Adolescentes y Jóvenes, los veo muy entusiastas, con sus porras de amor a Jesús Eucaristía, déjense amar por Cristo y guiar por Él e inviten a otros a conocer a Cristo, a amarlo y a acercarse a Él que vino a salvarnos”.
Cabe señalar que la Dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes y la Dimensión de Pastoral Social, trabajaron en sinodalidad, para participar en algunas de las actividades de esta Asamblea.