La vida es siempre y ahora, por eso debemos aprovecharla al máximo para vivir el presente y ser felices. Vivir al máximo la vida es esencial aquí y ahora.
Que te animes a ser lo que quieras ser. Fue el mensaje central de la obra teatral protagonizada por la talentosa y reconocida actriz Jacqueline Andere.
Como era de esperarse, con muy favorable respuesta se presentó la puesta en escena que protagonizó la primera actriz Jacqueline Andere, con el título: “100 metros cuadrados o El inconveniente”, en el marco del segundo Festival Internacional "San Luis en Primavera", ofreciendo dos funciones en el arquitectónico Teatro de "La Paz".
Con un magnífico duelo de actuaciones bien definido, y bajo la dirección escénica de Manuel González Gil, la obra dió un gran mensaje sobre el valor de la amistad sincera, incondicional, transparente, y correspondida entre dos mujeres de edades muy distantes, una que andaba en los cuarentas y otra en los ochentas.
"100 metros cuadrados o El inconveniente" fue ovacionada por los potosinos y turistas que visitan la capital potosina, disfrutaron de ella en forma gratuita.
La sinopsis fue la siguiente:
El departamento que el agente inmobiliario le ofrece a Sara reúne todas las características que ella desea: bajo precio, amplitud, luz y una hermosa vista. Tan sólo presenta un pequeño “inconveniente”: Lola, la dueña, deberá vivir en él hasta el día de su fallecimiento.
Así inicia la trama de 100 metros cuadrados o El inconveniente, de Juan Carlos Rubio, una obra que ha divertido y conmovido al mundo entero, como lo prueban los cerca de 20 montajes que se han hecho de ella, y que llegó a México, en una producción de "Mejor Teatro" y Morris Gilbert, en asociación con Juan Caballé.
El respetable pudo disfrutar de un gran duelo de actuaciones de estas dos damas que se apoderaron del escenario potosino.
La primera actriz y gran señora de los escenarios Jacqueline Andere, acompañada por la carismática y multifacética Ana Karina Guevara hizo profundas y sabias reflexiones de la vida.
Mauricio Galaz completa el reparto de este montaje dirigido por Manuel González Gil.
Risas, carcajadas, lágrimas, una comedia viva y conmovedora, con humor mordaz y diálogos brillantes, tuvo un ritmo que no decayó y atrapó al espectador de principio a fin.