Este viernes 29 de septiembre a las 21 horas, se llevará a cabo la inauguración de la exposición “Federico Silva: un creador combativo” en las instalaciones del museo. Esta forma parte del homenaje que el museo hace al escultor quien hace 20 años donó su obra escultórica al pueblo potosino al museo que lleva su nombre.
Federico Silva es considerado un hombre de múltiples pasiones, polifacético y de gran talento. El director del Museo Federico Silva, Maestro Enrique Villa Ramírez, menciona que esta exposición es un recorrido por la vida y obra del Maestro, desde una perspectiva muy personal y humana, que pretende mostrar su universo mental, la manera en como él percibía el arte, sus ideales políticos y todo lo que en función de ellos dejó a modo de creación artística.
A lo largo del recorrido por esta magna exposición se podrá ir conociendo y reconociendo la obra; la influencia social, política y cultural que lo permeó para su creación; sus propuestas en diversas áreas de la plástica; y, el porqué es considerado uno de los grandes exponentes del arte contemporáneo en México.
SOBRE EL MAESTRO FEDERICO SILVA, SU GRAN LEGADO ARTÍSTICO-CULTURAL (1923, Ciudad de México)
Federico Silva: Un creador combativo
Aprendió las técnicas de encáustica, frescos y temple en los libros, es un artista autodidacta. Desde niño le interesó el dibujo. Conoció a David Alfaro Siqueiros y el artista lo invitó a ser su ayudante; uno de los primeros trabajos en que colaboró con Siqueiros, fue el mural Nueva Democracia, que se encuentra en el Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México. Su relación con el lo llevó hacia otros artistas tales con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O`Higgins y el escritor José Revueltas, todos ellos influyeron considerablemente en su formación artística. Por esa época, presentó su primera exposición de pintura.
Viajó a Europa poco después de iniciada la posguerra; de regreso a México, interviene en el Primer Salón Nacional de Pintura. A partir de 1950, empieza a pintar murales, en distintos espacios públicos. En 1962 presenta una exposición en la Universidad Obrera, en la que reúne la obra de ocho años de trabajo de carácter crítico-político. Después de esto, pasa a la escultura y el arte cinético, campos en los que experimenta y realiza objetos “solares” con prismas, lentes de fresnel, espejos, imanes, rayos láser y diferentes cuerpos suspendidos en el espacio.
Ha sido investigador de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a lo largo de más de veinte años, lo cual lo ha llevado a profundizar ideológicamente sobre el sentido del arte y el artista en la sociedad, producto de estas reflexiones ha publicado varios libros. En 1993, es nombrado Creador Emérito del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Participó en la primera y segunda etapa del Espacio Escultórico. Su obra escultórica más importante se encuentra en Ciudad Universitaria, UNAM, Sección Escultura. Se destaca aquí la obra denominada Serpiente del Pedregal, considerada por el artista como su escultura más sobresaliente.
Su extensa producción comprende tanto la escultura como la pintura de caballete y mural, aunque también incursiona en la gráfica digital. En 1981 realiza los murales de la facultad de ingeniería de la UNAM, recurrió a una expresión geométrica-abstracta. Su proyecto mural más ambicioso lo inicia en 1992, Principio, en la cueva de Huites, que termina en 1996, tras cuatro años de trabajo quedaron pintados más de 6000 metros cuadrados, en la superficie rugosa de la roca, en Choix, al norte del estado de Sinaloa.
Con los murales del anfiteatro Bolívar de Diego Rivera se inició, en 1922, el gran ciclo de la pintura del México del siglo XX. En la última década de esta centuria, los murales vuelven a aparecer para cerrar el ciclo en Huites de ese siglo XX con esta magna obra de Federico Silva.
En 1995, recibe el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que es la distinción más importante que el Estado Mexicano otorga a sus artistas. Ha realizado su trabajo en madera, aluminio, acero, cemento, fierro y piedra. Su obras escultórica también se encuentra en varios países de Europa y Oriente.
A partir de 1985 estableció su taller en Amaxac de Guerrero, Tlaxcala. El 18 de septiembre del 2003, se inaugura el Museo Federico Silva en la ciudad de San Luis Potosí, capital del estado. En 2010, las Universidades Autónomas de San Luis Potosí y la Nacional de México le otorgaron el Doctorado Honoris Causa. En noviembre de 2016 recibió la Medalla de Bellas Artes. Federico Silva no ha dejado de crear, tanto pintura, como escultura y actualmente a raíz de la pandemia ha realizado un número muy importante de maquetas de escultura. Federico Silva es uno de los más destacados artistas de México.