Ojalá se pueda dar la oportunidad de visitar el Museo Federico Silva. Escultura Contemporánea, recinto cultural único en todo Latinoamérica especializado en escultura contemporánea, y que alberga la exposición permanente del maestro Federico Silva, así como las exposiciones temporales: “Federico Silva: un creador combativo” y “Museo Federico Silva, la casa de la escultura”.
Estas exposiciones tienen un factor común: el Maestro Federico Silva, quien en septiembre cumpliría 100 años de vida. Por lo que el museo le realizó una exposición-homenaje mostrando su trayectoria artística y personal. Con lo que la o el visitante se podrá dar cuenta de la importancia de este artista plástico en el ámbito nacional e internacional y lo innovador de sus propuestas en diversas etapas de su vida artística.
Asimismo, a la par del natalicio del Maestro Silva, el museo cumplió XX años de haberse inaugurado en la capital potosina y situarse como el único en escultura contemporánea en toda Latinoamérica, por lo que en las salas temporales se tiene una muestra de piezas de grandes escultores que han expuesto en este recinto cultural y que han realizado donaciones a lo largo de los veinte años de vida.
Estas exposiciones se encuentran vigentes en un horario de lunes a sábado de 10:00 a 19:00 horas, con un costo de 30 pesos entrada general, 15 pesos estudiantes, niñez, personas de la tercera edad y con discapacidad; los domingos es entrada gratuita de 10:00 a 14:00 horas.
SEMBLANZA DEL MAESTRO FEDERICO SILVA
El Maestro Federico Silva (Ciudad de México, 16 de septiembre de 1923-30 de noviembre de 2022)1 fue un escultor, pintor y académico mexicano.
Antes de dedicarse a las artes, Federico Silva realizó estudios de veterinaria, derecho y antropología. Su aprendizaje en las artes se dio de forma autodidacta a través de libros, primero, y luego de forma práctica bajo la tutela del muralista David Alfaro Siqueiros, de quien fue asistente; destaca la colaboración del maestro Federico Silva en el mural “Nueva democracia” que Siqueiros realizó en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México. A partir de su vínculo con el mencionado muralista, Federico Silva, trabó amistad con figuras como Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins y el escritor José Revueltas que ayudaron a continuar su formación artística.
Tras la Segunda Guerra Mundial viajó a Europa, donde residió principalmente en Austria e Italia, para luego regresar a México y organizar el Primer Salón de la Pintura, en el cual participó con la obra Aregumentum Baculinum que le hizo merecedor de una mención honorífica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Desde 1950 comenzó a pintar sus propios murales; también empieza su experimentación en la escultura y el arte cinético.
Desde 1992 es miembro de número de la Academia de Artes de México, de la Sección Escultura
Durante varias décadas ha sido investigador en la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Entre sus obras se encuentran Fuente solar en Michoacán, Alux de la muerte en la Plaza de las Tres Culturas, Canto a un dios mineral en el Palacio de Minería, Vigilante, obra dedicada al satélite Morelos, Espacio matemático en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, el mural Huites en Sinaloa, Pájaro C, Serpientes del Pedregal y varios monumentos ubicados en Aguascalientes, Puebla y Tlaxcala. Algunas de sus obras se encuentran en España, Estados Unidos, Francia, Suecia, Japón y Jamaica.