Fomento Cultural Citibanamex inaugura la exposición temporal Teodora Blanco/María Izquierdo. Percepciones de Belleza, que replantea el canon estético universal, y propone una revaloración del arte hecho por artistas mexicanos que no han recibido el reconocimiento que merecen en nuestro país.
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La selección se presenta en el Palacio de Iturbide, sede de Fomento Cultural Citibanamex. Fomento Cultural Citibanamex.
Se trata de una muestra en la que se proponen similitudes estéticas y de intereses, a pesar de vivir contextos y temporalidades distintas y aparentemente incomunicadas, entre la pintora jalisciense María Izquierdo (1902-1955), considerada como una más destacadas artistas mujeres de la plástica mexicana y la escultora oaxaqueña Teodora Blanco (1902-1955), quien llevó la alfarería de barro tradicional a una alta expresión artística que llamó la atención de varios coleccionistas de la segunda mitad del siglo XX.
“El proceso de la estética occidental, como canon hegemónico fue necesario en su momento y visible, pero estamos ya en otro punto y otra manera de vernos, donde nosotros mismos tenemos que empezar a romper el paradigma interno que tenemos de 400 o 500 años de educación, que dice que la Venus de Milo es más bonita que la Coatlicue mexicana, siendo que las dos son diosas dadoras de vida”, explicó Juan Rafael Coronel Rivera, curador de la muestra.
“Son exactamente iguales, sólo son dos representaciones de dos culturas distintas, eso es lo que estamos haciendo ahora: integrar al arte moderno autores que no nos dábamos el permiso de hacerlo”, agregó durante un recorrido previo a la apertura de la exposición.
Tras cuestionar el poco reconocimiento de estas artistas, a pesar de que en su momento Diego Rivera llegó a considerar a María Izquierdo como una de las grandes artistas de la época, y que Teodora Blanco, fue nombrada escultora y artista, y no artesana por el empresario Nelson Rockefeller, quien adquirió varias de sus piezas para su colección, el curador mencionó que más que comparar ambas formas de arte buscan demostrar que sus parentescos responden a una “estructura visual cognitiva de un lugar”, en este caso México.
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Se exhiben 114 piezas, 83 esculturas de Blanco y 31 pinturas de María Izquierdo, entre estas, tres piezas de Teodora Blanco provenientes de la Nelson A. Rockefeller Mexican Folk Art Collection y pinturas conocidas de Izquierdo, así como una selección de fotografías. La muestra pone énfasis en los trabajos de ambas artistas que coinciden en el uso de elementos circenses y fantásticos, así como la creación de objetos que formaban parte de las alacenas mexicanas, que más que alacenas se convertían en gabinetes de curiosidades.
“Para nosotros ver las piezas de nuestra mamá es una alegría, ya que muchas veces nuestro arte es más admirado por coleccionistas en el extranjero, cuando en nuestra propia tierra no admiramos a los artesanos que tenemos acá. Para nosotros es un orgullo, el saber que se le recuerda, porque nosotros seguimos la leyenda de ella con todas sus tradiciones y costumbres”, declaró a El Sol de México Luis García Blanco, hijo de la escultora, presente junto a su familia en la presentación de la muestra.