- La peregrinación fue encabezada y la Eucaristía presidida por Mons. Cavazos Arizpe, quien agradeció a los Sacerdotes su incansable trabajo ministerial
El Presbiterio en pleno acudió como cada año consecutivo a la Basílica-Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, teniendo como punto de inicio de la peregrinación la emblemática Caja del Agua, para recorrer amplia Calzada de Guadalupe, rezando el Santo Rosario, ofrecido por la paz y la seguridad en el Estado potosino, por México y por el mundo.
La peregrinación fue encabezada por el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, así como también la celebración Eucarística, quien pidió por la salud de Monseñor Luis Morales Reyes, dado que está internado, pero espera que muy pronto lo den de alta, debido a que mostró una gran mejoría.
El jerarca católico ofreció la Misa por todos y cada uno de los Sacerdotes de la Arquidiócesis Potosina y les agradeció su incansable e invaluable trabajo ministerial que han ejercido en sus comunidades urbanas y rurales, en sus parroquias donde sirven a los fieles con suma fidelidad, entrega y amor a Cristo y a Su Iglesia.
Les dijo: “Es hermoso ver al creyente que va a pedirles su bendición, esa fuerza que proviene de Dios, que los conforta, consuela y reanima para seguir trabajando por su santificación, a pesar de los obstáculos que se interpongan para lograrla en la vicisitudes que se presentan en el camino de nuestra existencia, la bendición siempre nos va a fortalecer.
Qué importante es mostrar esa fuerza que viene de Dios, si no hiciéramos eso, los fieles, y hasta nosotros mismos, solamente pondríamos nuestra confianza en los poderes de este mundo, en los poderes políticos, económicos y de cualquier otra índole y nos dejaríamos llevar contracorriente, perdidos en el mal que Dios no quiere para nosotros”.
“A través de obras, de señales y de milagros diversos, se expresa esa presencia de Dios, --que bien sabemos-- siempre es una gran bendición, porque el Señor está con nosotros y nunca nos deja, porque Él se nos manifiesta de una u otra forma y nos ofrece el amor de nuestra Madre Santísima, Santa María de Guadalupe, para que siempre interceda por nosotros en todo tipo de situación”.
“La presencia gozosa de Dios la constamos y la vemos en todos lados y en todos los ámbitos donde nos desarrollamos, y donde el Señor nos fortalece con la gracia de Sus Sacramentos y de la oración. Tenemos que tener en cuenta la importancia de ese encuentro con Jesús, claro está que si nuestra vida solamente la vamos llevando con los vaivenes de la cultura, de las situaciones diversas, algunas felices y buenas, otras adversas y complicadas, pero si nos dejamos llevar por eso, estaremos viviendo un funcionalismo obsoleto, actuaríanos como funcionarios, como lo dice el Papa Francisco y no por vocación de servicio cumpliendo con la misión que el Señor nos ha encomendado a través de nuestro Ministerio Sacerdotal.
El ser funcional de las cosas de Dios, no es bueno, porque cae uno en el peligro de hacer todo por rutina o costumbre y no por un compromiso de amor con el Señor”.
“De ahí que nuestro corazón tiene sentido desde que experimentamos el “llamado vocacional” a una vida y experiencia extraordinaria en ser Sacerdotes de Cristo. Qué importante para todos los seres humanos, pero de manera especial para nosotros los Sacerdotes, vivir esa presencia maravillosa de Dios y tener esa gran confianza en Jesús, que se la transmitimos a todo creyente que nos pide la bendición”.
“Les reconozco sus trabajos, cansancios, esfuerzos, sacrificios y oraciones personales y comunitarias, y gracias por considerar a sus fieles, por tenerles compasión y darles una esperanza verdadera a pesar de sus sufrimientos de toda índole, pues ustedes comprenden situaciones y les demuestran a sus fieles, su caridad cristiana”.
“Su oración personal y comunitaria es muy valiosa, cada Misa y Sacramento que imparten y celebran, Dios se los tomará mucho en cuenta y se los recompensará siempre”.
“Les agradezco de una forma especial su ministerio y dedicación a sus comunidades, gracias por caminar muy unidos al caminar de sus fieles y a sus comunidades parroquiales, porque sus fieles quieren vivir en alegría y esperanza, ellos quieren salir adelante y superar todo tipo de adversidades para unirse siempre a Cristo sin que nada ni nadie los separe de Él”.
“Los encomiendo a nuestra Madre Santísima que oró con los Apóstoles, Ella ora contigo y conmigo, nuestra Madre Santísima de Guadalupe nos dice en la persona de San Juan Diego: “¿No estoy Yo aquí que soy Tu Madre?”, así que nada nos aflija porque somos de Dios y de nuestra Virgen-Madre que nunca nos desampara ni deja sin escuchar nuestras súplicas”.