Con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, entre expectativas de prosperidad económica y desarrollo, la vida de los mexicanos en ambos lados de la frontera sufrió transformaciones radicales con impactos negativos que fueron subestimados.
En particular, la alimentación, la agricultura, la cocina y el mercado de comida quedaron atrapados en las paradojas de la globalización y el capitalismo. En ese sentido, el índice de enfermedades relacionadas con la dieta se disparó, lo cual es tan sólo una pequeña parte de una historia más amplia.
Así explora Alyshia Gálvez este fenómeno, al tiempo en que analiza las relaciones entre el comercio, la política alimentaria, la migración, la salud y las prácticas alimentarias en los Estados Unidos y en México, derivadas del TCAL.
Esta obra literaria integra perspectivas antropológicas y económicas para presentar las consecuencias que ese tratado tuvo en los diferentes aspectos de la alimentación en México, desde la alta cocina hasta la agricultura rural, pues todo ha sido permeado por políticas de un neoliberalismo rapaz que prioriza la riqueza de unos sobre el bienestar colectivo.