La Danza de Negritos, es una danza de origen totonaco que se baila en la zona serrana de los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo.
Según la leyenda, un joven esclavo africano fue enviado a trabajar al monte donde fue mordido por una víbora. Su madre corrió de inmediato a auxiliarlo realizando un ritual típico de África con cantos, danzas y oraciones que le salvaron la vida. Los totonacos imitaron este rito que posteriormente se transformó en la Danza de Negritos.
La danza se caracteriza por los fuertes golpes de percusión, generalmente a ritmo de mapalé, que se desprende a su vez de una danza de los negros esclavos africanos llamado “calendas”.
Esta danza tiene un gran valor religioso, pues se cree que quien participe de esta danza debe representarla mínimo durante cuatro años consecutivos. En caso contrario se cree que tendrá repercusiones en su vida. La primera vez que los danzantes comienzan a ensayar, deben inclinarse ante alguna representación religiosa ya que en todas las danzas hay un son de alabanza a Dios.