- Su retablo barroco original se cambió por un ciprés realizado en mampostería en dos cuerpos, donde se encontraban las imágenes de los patronos de la ciudad, San Luis IX de Francia y Nuestra Señora de la Expectación
- Con motivo de la celebración del bicentenario de la Independencia de México se instaló un carillón en la torre norte
- Ciertamente por eso fue elegida como uno de los siete Tesoros del Patrimonio Cultural del Municipio de San Luis Potosí
Con motivo de las fiestas decembrinas por Navidad, Año Nuevo y por las Festividades en honor a Nuestra Señora de la Expectación y de María Madre de Dios, que aún se celebran en estos días, se invita a conocer nuestra emblemática y arquitectónica Catedral metropolitana potosina, de singular belleza. Sin miedo a equivocarme, ciertamente por eso fue elegida como uno de los siete Tesoros del Patrimonio Cultural del Municipio de San Luis Potosí.
Acuda con su familia a hacer un recorrido detenido por la hermosa Catedral potosina, de suntuosa y podríamos decir que de especial belleza, que los potosinos no deben cambiarla por otra, pues ésta no le pide nada a ninguna otra construcción religiosa.
En estas vacaciones navideñas ojalá pueda darse la grata oportunidad de acudir con sus seres más queridos a admirar su suntuosidad, es triste que muchos siendo potosinos no se hayan dado la oportunidad de deleitarse al admirar su imponente conjunto arquitectónico.
El templo primitivo se erigió con adobe y tejamanil en 1592, siguiendo las ordenanzas reales de Felipe II al fundarse el pueblo de San Luis de Mesquitique. Sin embargo, se derribó para ser reconstruido con cal y canto entre 1596 y 1609, gracias al patrocinio del minero Juan Zavala. En 1670, se derribó nuevamente para dar paso a la construcción del edificio actual.
La obra fue realizada por el maestro Nicolás Sánchez Pacheco y patrocinada por los mineros, finalizándose en 1718. Experimentó otras intervenciones entre 1855 y 1866. En 1910 se añadió la torre norte. La fachada tenía forma de biombo, siendo una de las pocas de este tipo en el país. El interior sufrió una importante intervención por parte del obispo Ignacio Montes de Oca y Obregón, que todavía se puede apreciar hoy en día.
En cuanto a su arquitectura, la fachada cuenta con una portada completamente barroca diseñada a manera de biombo, similar a la de la Basílica de Santa María de Guadalupe en la Ciudad de México, y constaba de tres cuerpos. Los dos primeros están formados por contrafuertes semi hexagonales, divididos por columnas salomónicas, seis en cada uno, con las esculturas de los doce apóstoles en los nichos de los ejes extremos.
Estas esculturas, esculpidas en mármol de Carrara por los hermanos Biaggi, fueron encargadas por el obispo Montes de Oca para reemplazar las anteriores de cantera.
Estas esculturas de mármol eran réplicas fieles de las que se encontraban en el interior de la archibasílica de San Juan de Letrán en Roma; además, es el único templo en el mundo con esculturas de veinticuatro apóstoles: las doce de mármol en la fachada y las otras doce de cantera en las orillas del techo del templo.
El arco de entrada del primer cuerpo es de medio punto. En el segundo cuerpo se observaba un medallón de forma ovalada con la inscripción en latín y un hermoso relieve. Debajo de este medallón se encuentra el escudo de armas de la muy noble y leal ciudad de San Luis Potosí y sobre este su reloj.
Sobre este cuerpo se encuentra el remate con un bello balaustrado, en el centro se labraba en cantera la mitra del apostolado y sobre esta una escultura de la Virgen de la Expectación y un pequeño campanario en forma de linternilla.
Originalmente, el templo contaba con una torre al lado sur, construida en 1730 de cal y canto; tiempo después se añadió la torre norte en 1910 en el mismo estilo de cantera gris, financiada por el señor Eduardo Meade.
Con motivo de la celebración del bicentenario de la Independencia de México se instaló un carillón en la torre norte. Fue el único en todo México y una de las pocas en toda Hispanoamérica que se podía tocar mediante un teclado y en forma electrónica. Fue fabricado en los Países Bajos e inaugurado el 3 de noviembre de 2010.
El instrumento, parecido a un órgano aéreo, consta de 36 campanas de bronce que mejoraban la calidad del sonido. Se hizo un gran esfuerzo entre la Arquidiócesis Potosina, el gobierno y la sociedad civil para lograr colocar el carillón, cumpliendo el sueño del obispo Montes de Oca que se vio detenido por la Revolución mexicana un siglo antes.
El interior del templo se divide en tres naves: la central con ocho bóvedas y las dos laterales con siete, extendiéndose las tres naves hasta el muro de la calle Morelos. Su retablo barroco original se cambió por un ciprés realizado en mampostería en dos cuerpos, donde se encontraban las imágenes de los patronos de la ciudad, San Luis IX de Francia y Nuestra Señora de la Expectación.
Bajo la mesa del altar se encontraba una escultura de San Sebastián mártir, y detrás del altar mayor, un majestuoso órgano de viento, donde se ubicaban los coros canónigos, con todo el espacio iluminado por un vitral de la Virgen de Guadalupe. Son dignas de admirar las hermosas pinturas de los artistas novohispanos y los vitrales laterales dedicados a Santiago Apóstol, San Alfonso, San José y San Juan de la Cruz, entre otros.
La cúpula esta finamente decorada en oro, al igual que varios detalles del interior de las diferentes naves y cruceros.