“Formamos el Colegio de Endocrinólogos del Estado de San Luis Potosí y por tercer año consecutivo soy el Presidente del mismo”, dijo el Doctor Ricardo Hernández González, quien indicó también que, en conjunto con otros colegas, “decidimos hacer programas de sesiones mensuales ordinarias, abordando temas que nos sirven a nosotros mismos para actualizarnos con conocimientos recientes, con artículos que salen cada semana, cada mes o bimestre y uniformar criterios sobre lo estudiado, porque un médico siempre debe actualizarse y seguir investigando para servir de forma más certera a sus pacientes y a la sociedad en general”.
El especialista en endocrinología abordó el manejo y el seguimiento, después del tratamiento inicial de las personas con cáncer de tiroides, el cual tiene varios subtipos y varias formas de manifestarse, unos son más comunes y otros muy extraños.
Apuntó que el más común es el cáncer papilar de tiroides, después sigue otro que es cáncer folicular y detalló que ambos ocupan más del 90 por ciento de los cánceres de tiroides.
“El cáncer papilar y folicular se presenta como una bolita, que la persona puede tocarse y lo siente. Puede sentir que algo le estorba para tragar o sentir un cuerpo extraño que no estaba antes ahí, sobre todo si es suficientemente grande, a eso le llamamos nódulo tiroideo, generalmente es uno solo, cuando es cáncer, generalmente es un solo nódulo”.
Abundó que a algunas personas les crece la glándula tiroides y tienen muchas bolitas, pero que eso generalmente no es un cáncer sino un bocio multinodular, y que dentro de él se puede insertar una bolita que se haga maligna; pero que también puede ser una enfermedad benigna de otra naturaleza.
“Los pacientes muchas veces dejan pasar el tiempo porque es una bolita indolora”, lamentó y agregó que “no duele para nada, sólo se ve en el cuello, y piensan que es una bolita de grasa, pero no, deben acudir de inmediato con un endocrinólogo”, dijo, ya que “él puede recurrir a métodos de diagnóstico como estudios de imagen, que es el ultrasonido, el más común; o manda a hacerse una tomografía, resonancia magnética, u otros estudios que son más profundos, como una citología o biopsia por aspiración de aguja fina”.
Reconoció que cuando “se requiere hacer una cirugía porque la citología nos dice que es maligna y de una variedad muy mortal, como un cáncer, pues se tiene que proceder a operar, como extirpar la tiroides por completo. Cuando es un adenoma muy pequeño y no tan malo, se puede observar y esclerosar y poner una sustancia que eche a perder la bolita o la queme, o se le da al paciente yodo radioactivo”.
También, dijo, “en algunas veces se quita un poco más que la bolita, se puede hacer emitiroidectomía (extirpar sólo la mitad de la tiroides, o sea quitar un lóbulo), se practica también una tiroidectomía casi total (que es dejar un cuarto de tiroides), o una tiroidectomía total (extirpación de toda la tiroides), incluso con disección de ganglios o no, depende de cada caso”.
“En algunos casos”, agregó, “se puede dar tratamiento con yodo radiactivo o radioterapia, pero también hay medicamentos que son para acabar con el tumor, desde luego son medicamentos más específicos y especiales, parecidos a una quimioterapia”.
“Las radiaciones con yodo no son tan agresivas. Dentro de todo es bastante benigna, no son como esas con la que se cae el cabello y dan náusea, vómito, etc. Sólo hay que tener al paciente aislado un tiempo, como 4 ó 5 días máximo, para que no se radíe a los demás”, detalló.
Vigilancia, clave para un diagnóstico a tiempo
El endocrinólogo hizo énfasis en la necesidad de que las personas vigilen su salud “que se toque, que esté atenta ante cualquier anormalidad, sin dejar pasar el tiempo, siempre que hay algo anormal en el cuerpo hay que ir con el endocrinólogo”.
“Porque no nada más es el procedimiento inicial, sino cómo se vigila a la persona a través del tiempo; es muy importante que se haga un buen trabajo inicial, de ahí depende todo, para saber qué va a seguir después”.
Por otro lado, informó el experto, “hay diferentes tipos de cáncer. El de tiroides no es de los más comunes. Hay otros más frecuentes como el de mama de la mujer; de colon y próstata en el hombre; el de pulmón en ambos sexos, el cáncer de ovario, ciertos cánceres de hígado o riñón o cervicouterino, éste último ya es más prevenible, detectable y curable con procedimientos locales”.
Dijo también que “sí hay más incidencia de cánceres en general, incluyendo el de tiroides, pero es que se hacen más ultrasonidos, lo que antes no se hacía, y pues ahora se detectan con más facilidad muchos nódulos, que de otra manera no se detectan porque son muy pequeños”.
“Hay que vigilar los tumorcitos, más que operarlos, pues si no tienen conducta agresiva, pues no son iguales que los que crecen vertiginosamente y de cierto tamaño, aquí la vigilancia es elemental”.
¿Qué nos enferma de cáncer?
Hernández González dijo que aunque el “cáncer de tiroides afortunadamente no es tan común, sí es más común que antes, pues en las últimas tres décadas todas las neoplasias, todos los cánceres han subido en incidencia porque estamos expuestos a contaminantes y disruptores endocrinos, que son agentes o sustancias físicas y químicas que dañan la estructura molecular de los cromosomas de las células”.
Estas sustancias, llamadas proto-oncógenes, detalló “son sustancias que hacen que los genes se vuelvan malignos y se empiecen a reproducir de forma anormal; y claro, muchas son hereditarias de nuestros familiares, genéticas”, pero también tienen un impacto “las exposiciones a ambientes que hacen que se desarrollen más rápido, y todos los químicos que le metemos a nuestro cuerpo.
Además, agregó, “otro factor es el medio ambiente, pues tanto que se ha atacado, sobre todo el agua con flúor o ciertos químicos, que ya no es tan pura y saludable, todo esto afecta en gran medida”.
“La ciencia no da respuesta concreta ni específica por qué se origina o se causa el cáncer de tiroides, pues son diversos factores nocivos que perjudican nuestra salud, son varias las causas, como la falta de yodo, falta de una sana alimentación con nutrientes que requiere el organismo, por consumir alimentos procesados, enlatados, etc, entre esos los disruptores endocrinos”.
Finalmente, el presidente del Colegio de Endocrinólogos reconoció la importancia de informar a la sociedad para tomar decisiones sobre el cuidado de su salud, “de la forma más certera posible desde la prevención”.