Los choferes del transporte urbano entraron en solemne y jubilosa peregrinación a la Basílica de Guadalupe, como cada año consecutivo, este Domingo 26 de Noviembre, dándose cita con sus unidades que portaban la imagen de la Santísima Virgen María, nuestra dulce y tierna Madre que nunca nos desampara.
Los choferes desfilaron con banda de guerra por toda la Calzada de Guadalupe desde la Caja del Agua hasta el imponente y hermoso recinto Guadapano, donde se postraron a los píes de la Madre del Verdadero Dios por Quien se vive.
Fue el Canónigo, Presbítero, Gabino Medina Portales, Rector de la Basílica de Guadalupe quien los recibió gustoso con sus ofrendas.
Por su parte el sacerdote celebrante, los exhortó a vivir su fe Mariana con amor, alegría y mucha esperanza, dejando firme testimo de fe, pues muchas veces, no actuamos conforme nos lo marca la moral Cristiana y el Evangelio.
Les dijo que deben acercarse con un corazón contrito a Dios a través de los Sacramentos de la Penitencia o Reconciliación, y también acercarse a recibir la Comunión Sacramental con el firme propósito de nunca más ofender a Dios.
"Ustedes deben acercarse a Dios y a la Virgen Santísima siempre, no sólo una vez al año, sino siempre".
Les pidió que alabaran a Cristo Rey del Universo, y por ese amor que dicen tenerle al Rey de reyes "transformen su vida, conviértanse y vivan de forma auténtica y con sumo amor, el Evangelio de Cristo Rey a Quien deben demostrarle Su amor con hechos, no sólo con palabras o con un peregrinar de unas horas".
Cabe señalar que lo que no gustó a los transeúntes que pasaban por la amplia Calzada de Guadalupe, es que claxoneaban de forma repetitiva y estruendosa, lo que les causó hastío, pues acabaron lastimados de los oídos y unos hasta con dolor de cabeza por la contaminación auditiva a la que se enfrentaron por un buen rato, que los dejo sumamente fastidiados del ruido.