Casa Luis Barragán celebra 20 años de ser declarado Patrimonio de la Humanidad

Hace 20 años que este espacio arquitectónico e histórico, fue declarado Patrimonio de la Humanidad Moderno por la UNESCO

Kevin Aragón / El Sol de México

  · domingo 14 de julio de 2024

Casa Luis Barragán declarado Patrimonio de la Humanidad Moderno por la UNESCO FOTO: Cortesía / Ivonne Rodríguez

Al igual que una semilla que germina en flor en el asfalto, la Casa Luis Barragán se ha mantenido en pie prácticamente intacta desde su construcción en 1948, sobre los terrenos de la antigua Villa de Tacubaya, hoy colonia Daniel Garza, en los números 12 y 14 de la Calle Francisco Ramírez, muy cerca de Periférico y el Metro Constituyentes.

Esto representa un gran esfuerzo, pues, aunque discreta a la vista de los vecinos y transeúntes, se trata de una de las propuestas arquitectónicas más importantes en la historia del país, la cual este 2024 cumple 20 años de haber sido reconocida con la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad Moderno por la UNESCO, hecho que la convirtió en el primer patrimonio en el siglo XX en el Continente Americano en obtener dicha distinción.

En entrevista con El Sol de México, el arquitecto Guillermo Eguiarte, actual director de este sitio, menciona que “de los patrimonios de la humanidad modernos del siglo XX en el mundo hay un total únicamente de 30 sitios que están catalogados como tal, de los cuales en México tenemos dos: esta casa y Ciudad Universitaria. Esto ha lanzado un mensaje de que México es punta de lanza en lo que es patrimonio moderno.

“Pero hay que destacar que el nombramiento fue un caso relativamente raro para un edificio moderno, porque representa un valor universal excepcional, en el que hay una integración de la tradición el arte popular y los valores de la modernidad. Esto, además de que es un elemento arquitectónico metido en un trazo urbano que convive con una ciudad en crecimiento constante”.

El arquitecto tuvo la oportunidad de conocer a Luis Barragán, por lo que el cuidado de esta casa le resulta en una responsabilidad personal en más de un sentido.

Eguiarte resalta la capacidad de Barragán como un “generador de diálogos”, que concede gran valor a los objetos. “Él decía ‘mi casa es mi autobiografía y mi obra es autobiográfica’. Aunque haya interpretaciones propias de quien visite la casa, la arquitectura habla por sí sola y tiene explicaciones de fondo, por lo que poner una placa que diga lo que quiera, cambiaría el diálogo, casi increíble entre las piezas y el espacio”.

En la casa, hay piezas fijas como un cuadro de Mathias Goeritz y otros que son cien por ciento originales, así como los sillones y otros muebles, lo que hace de este lugar un discurso curatorial único, que cruza épocas y estilos

Pero, ¿qué es lo que une en diálogo todos esto objetos?, a decir de Eguiarte, es la luz, que dependiendo de la época del año y la hora de visita, convierte la casa en “un espacio hecho de múltiples espacios”, que demuestran que Barragán fue un gran narrador de su propia vida, pero también de su experiencia estética.

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“La luz para Barragán era el elemento principal de construcción. Este es un tema muy interesante porque se cree que su postura era el color, cuando el color es el efecto de la luz. Barragán aún juega no sólo con la luz en sí, sino con su efecto sobre ciertos muros de color o blancos, los cuales provocan efectos específicos, a través de luces que incluso no sabemos su origen. Es toda la casa un gran estudio sobre los colores rebotados en las paredes y el espacio, que vuelve al lugar en un espacio único en el mundo”.

GENERAR CONCIENCIA, PRINCIPAL MISIÓN

A pesar de que la preservación implica costosos trabajos periódicos, como la restitución de aplanados y el mantenimiento de otros espacios, Eguiarte asegura que su principal tarea es concientizar, primero a nivel local e inmediato el valor y resguardo del edificio, para luego incentivar el interés por este patrimonio por todos los mexicanos.

“Los inmuebles como este, obviamente requieren un especial cuidado, que siempre está supervisado por el INAH y Bellas Artes. Estos requieren muchos recursos, que básicamente, la Casa Barragán obtiene de sus entradas de los visitantes, y parte de las ventas de la librería en sus instalaciones”, afirma.