El potosino Carlos Ignacio Carrizalez Medina, nació en el barrio de Santiago, lleva más de 50 años de trayectoria enfocado al arte, ha buscado la manera de ganarse la vida creando y vendiendo sus obras, actualmente imparte sus conocimientos a estudiantes que buscan mejorar sus técnicas y trabaja con adultos mayores que han tenido la inquietud de aprender a pintar.
Su casa se ha transformado en un museo y es fuente de inspiración para sus obras, es taller, escuela y estudio. Al entrar a su espacio se ve y se siente la dedicación, exactitud y amor por cada una de las piezas que ha logrado a lo largo de su carrera. Sus actividades han sido diversas dentro de las artes plásticas, desde caligrafía o lettering, grabado sobre papel, latón y vidrio, pintura en óleo , escultura, y acuarela, por mencionar algunas.
Sus estudios de artes plásticas los realizó en el Instituto Potosino de Bellas Artes, (IPBA) de 1976 a 1986 especializado en escultura, contó con el privilegio de ser alumno de él maestro Raúl Gamboa, Eduardo Prado , Jesús Mayagoitia y José Luis Cuevas.
A los 15 años supo que el arte sería su profesión, un amigo le pidió un retrato de una novia, hizo el encargo y ahí todos quedaron maravillados ante su habilidad, por lo cual recibió un pago y ahí descubrió que lo que hacía con las manos era dinero.
La vida y el destino lo llevó a diferentes caminos, trabajó en artes gráficas, fue uno de los iniciadores y fundadores de la reconocida revista socialité “Que Tal” y otras publicaciones dentro de la editorial. Posteriormente llegó a disfrutar de una etapa de bonanza, 25 años comercializó productos de vidrio a nivel internacional importando a New York, Los Angeles y Dallas. logrando ganar un concurso en 1990 con el grupo "Vitro Monterrey" y una mención honorífica en el certamen "20 de noviembre" en arte popular con máscaras. Realizó trabajos especiales en la zona industrial, para la inauguración de Casa Moneda, Blastone de México, Valeo, y Planta General Motors. Con la técnica de caligrafía o lettering participó en la película estadounidense La máscara del Zorro, filmada en San Luis Potosí 1998.
Sus influencias en el arte han sido de grandes artistas universales como: Van Gogh uno de los principales exponentes del postimpresionismo, rompió todo lo establecido con sus obras, Picasso y su cubismo, y escultores como el gran Javier Marín. Aseguró que realizar escultura de desnudos es lo que más disfruta por la estética de los cuerpos humanos.
Carlos Carrizalez se da la tarea de aconsejar a las nuevas generaciones que decidan dedicarse al arte, “si tienen el talento atrévanse sin importar las opiniones de los familiares, sin temor de poner el precio a una obra, pensando que el cliente no lo pagaría; La vida es de contactos, de conexiones y ahí está el éxito” comentó el artista Carrizales.
Durante la pandemia, han llegado a sus manos trabajos de restauración , por lo general de piezas de “niños Dios”, “mis alumnos la mayoría dejó de venir a clases, sin embargo me llegaron muchos encargos de obra , ya van varios cuadros que entrego en este confinamiento”.
Ante la contingencia, trabajos y pedidos quedaron pendientes como trofeos taurinos hechos por el artista, que se entregarían en el gremio ganadero en la Feria Nacional Potosina (Fenapo) tendrán que esperar ante la situación mundial en la que vivimos. Sin duda la clave del éxito y trayectoria del artista Carlos Carrizalez es su disciplina, su amor por el arte, el orden, la perfección que refleja en sus obras y no escatimar en los precios de los materiales que utiliza, su casa es su templo, donde crea toda la magia y lo plasma en cada cuadro, escultura , eso es pasión que te siga emocionando lo que haces, piensas y dices. ¡Enhorabuena Maestro que siga creando e inspirando a los potosinos, muchas felicidades por todo lo cosechado y lo que vendrá!.