Aquismón inscrito en la historia con su XXV Festival de la Huasteca

El Ayuntamiento de Aquismón pasó la estafeta a su similar de Huejutla, Hidalgo, en un bastón

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · domingo 25 de septiembre de 2022

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Se había llegado al tercer día de fiesta, al último, al final, pero no había que estar nostálgicos, por eso la algarabía de la XXV edición del Festival de la Huasteca siguió inundando Aquismón: Con su zapateado en la enseñanza de huapangos, la habilidad en el taller de telar de cintura, el talento impreso en su muestra pictórica, y el deslumbrante colorido de la artesanía de seis estados, compartiendo una misma idiosincrasia, pero diferentes expresiones.

Y ahí estaba ya Omar Baños Huerta con su foro académico "Los señores de la tierra". Así se abrió el escenario principal, para desgranar las presentaciones editoriales: "La huasteca y la sierra norte de Puebla" (Estudios de la cultura nahua) del maestro Arturo Gómez Martínez; "Arrullo de luciérnagas" (Nanas en lenguas originarias de Puebla); “Nopilotsin. Mi hijito”, también de Puebla; e "Hidalgo a través de su cocina", de Raúl Guerrero Bustamante.

Apremió la cocina tradicional de San Luis Potosí, con exquisiteces culinarias del mero Aquismón, enamoró a los comensales en la muestra gastronómica, quienes desfilaron entre nopales, requesón enchilado, frijoles, palmito en varias presentaciones, carne de puerco, enchiladas, cecina, bocoles, tamales de pollo y de puerco; y agua de maracuyá.

Así quedamos listos para la música, a través de las presentaciones discográficas, con “Festival de huapango y son tradicional”, del trío “Los legendarios”, de Hidalgo: Y la parte estelar: El laureado promotor cultural Roberto Mar Acosta, con "Mar huasteco, mar de amigos", una compilación de huapangos, con versos de su autoría, interpretados por famosos tríos.

Desde Tamaulipas llegó la conferencia "La cuera, orgullo, mi pasión", a cargo de la diseñadora Susana Alejandra Alanís Villarreal, con el aderezo musical de huapangueros y el visual de una pasarela. Y la singularidad de la danza tradicional de negritos, del estado de Puebla; la representación del carnaval con cuadrilla de Nauatilis, desde Jaltocán, Hidalgo; y la autenticidad de la legendaria banda “Sorpresa”, igual, de tierras hidalguenses.

Con el público entusiasmado, sobre la tarima domada y amoldada, las presentaciones artísticas de la última noche hicieron lo propio en el aumento del júbilo; había que dejarlo todo sobre el entablado, y al ritmo de la música de los tríos: “Sitlaxochitl” (Huauchinango, Puebla), “Los caporales” (Ciudad Valles, San Luis Potosí), “Balcón huasteco” (Chicontepec, Veracruz), “Los legendarios” (Zacualtipan, Hidalgo), y “Jilgueros de Altamira” (Tamaulipas).

Todavía el programa tuvo su doble dosis de emotividad intermedia: En el homenaje al recordado huapanguero Mario Chávez Solís. Y en el momento emblemático cuando el Ayuntamiento de Aquismón (representando por el presidente municipal Cuauhtémoc Balderas Yáñez) pasó la estafeta a su similar de Huejutla, Hidalgo, en un bastón, donde ya el nombre de Aquismón, había quedado escrito para la historia del Festival de la Huasteca.