El maestro Alfredo Ibarra en entrevista con “El Sol de San Luis” habló sobre los grandes logros que ha tenido este año y años anteriores al dirigir acertadamente a la Orquesta Sinfónica Universitaria (OSU), que forma parte de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y que ha logrado destacar en el escenario del Centro Cultural Universitario Bicentenario, el cual se transformó verdaderamente con la presentación emblemática del espectáculo de Carmina Burana, donde la energía, caos, portento se dejaron sentir ante un público que llenó el recinto universitario y disfrutó de esta puesta engalanada con la Compañía Nacional de Danza.
Indicó que la producción y realización de la coreógrafa de Nellie Happee recibió aclamaciones en diversos momentos de la puesta, por ejemplo cuando apareció Fortuna en el escenario sin distinguir a nadie para hacer lo que le place, ya que volvió al trono. Lo cual constatamos en esta puesta en escena de primer nivel.
Aseguró que se trató de un espectáculo en el que la Orquesta Sinfónica Universitaria se lució con las interpretaciones, como cuando apareció en el escenario Flora y Febo anunciando la llegada de la primavera, pues se sintió la música vibrante del nuevo comienzo y renacimiento.
Afirmó que la interpretación de la música es un tanto juguetona, y evoca la alegría de una temporada llena de frescura y color. Pues así como llega la primavera, el amor inunda los pensamientos del hombre.
En el prado, mientras el color de los árboles regresa, un hombre busca a su compañero perdido al cabalgar. En algún punto se han encontrado tres jinetes en medio de la espesura del bosque y una bella doncella acapara su atención, de la misma forma en la que se tocan los instrumentos con coquetería para atraer a sus oyentes. No se les ha dado otra opción más que caer enamorados por ella y, con el uso de su encanto, tratan de ganar su corazón. Sin embargo, han fallado, pues la doncella no los ha encontrado dignos de su afecto. En una oscuridad casi total, serena y nostálgica, diez doncellas envueltas en oro danzan con movimientos ligeros y con armonía; danzan por el verano en el que estarán sin compañero.
Los colores se hacen presentes en la puesta, el público se ubica a las orillas de sus asientos atentos, sonrientes, admirados, los más de 50 bailarines en escena describen la tormenta, el caos la desesperación de un hombre atormentado que busca pareja.
El simbolismo se hace presente en la puesta en escena a través de la representación de un sisme caído, el público está expectante y habido de conocimiento pues la historia de Carmina Burana se reinventa para mantenerse vigente hasta nuestros días y encuentra repeticiones a través de diversos trabajos que repiten la historia como el alza y baja de la fortuna en la vida de las personas.
Al término de la obra, el público estalla en aplausos para toda la puesta en escena, se comentan las partes más expectantes, dejan el Teatro complacidos, entre un ambiente de nostalgia y gozo.
Así también quedan los estudiantes de la Orquesta y el Coro que de manera increíblemente profesional no quedan a deber ante una compañía de Danza que los ha tratado como unos verdaderos profesionales.
A esta espléndida puesta en escena, estuvieron el rector de la máxima casa de estudios potosina, maestro en Arquitectura Manuel Fermín Villar Rubio y su esposa la maestra Gladys Farías Oliva, estuvo también la jefa de la División de Difusión Cultural Lic. Cynthia Valle Meade, quienes han brindado todo el apoyo a la Orquesta Sinfónica Universitaria y a su dirigente, el maestro Alfredo Ibarra, que sabe llevar muy bien la batuta de ésta que ya es todo una institución para nuestra Alma Mater.