La Comarca de los Hobbits está en San Luis Potosí

Pareciera ser la casa de Frodo, pero no, este espacio no está inspirado en la saga de El Señor de los Anillos; sin embargo, su estética es tan parecida que enamora. Se trata del hotel surrealista Tapasoli que está en Xilitla, Pueblo Mágico de San Luis Potosí.

Un hotel fuera de lo común cuyo concepto de alojamiento está basado en habitaciones colgantes en árboles tipo “nido de pájaro” y recámaras subterráneas llamadas “madrigueras".

Es uno de los hoteles que está causando furor a nivel mundial por su singular concepto que conecta los cuentos de hadas con la vida real, en un binomio perfecto para resetear la mente de la vida agitada de la ciudad.

El diseño de estas habitaciones es sumamente peculiar porque están construidas con productos naturales como hojas y zacate. Aquí puedes cumplir tu sueño de dormir en la casa del árbol rodeado de la naturaleza. Una experiencia religiosa.

En este lugar te puedes desconectar del mundo real, ya que a pesar de que hay señal de teléfono e internet, no se utiliza ningún otro aparato electrónico.

El Hotel Tapasoli es un lugar lleno de encanto que se localiza en la comunidad de Apetzco, en Xilitla, uno de los Pueblos Mágicos más increíbles de México.

El lugar te hace sentir en la Comarca de la película El Señor de los Anillos, cuando Frodo regresa a su comunidad. Y aunque no es Nueva Zelanda, este lugar parece sacado de la película con pequeños espacios llenos de color y mucha naturaleza.

Xilitla es famoso por el Jardín Surrealista de Edward James, que entre vegetación, flores y pozas naturales, creó un ambiente único en el mundo. También aquí se localiza el Museo Leonora Carrigton, espacio dedicado a esta gran artista del surrealismo, con poco más de 800 metros cuadrados, en el que se exhiben 63 esculturas, algunas de gran formato, una exposición de máscaras de bronce en formato pequeño, así como dos tapices de lana, grabados, fotografías, dibujos, litografías, herramientas de trabajo de la artista, que su hijo Pablo Weisz deja en comodato por 50 años.

Concepto y Creatividad sin límites: Alberto Muñoz

Tapasoli en lengua náhuatl quiere decir "nido de pájaro”, un paraíso para quienes son amantes del turismo de aventura; las puestas del sol en medio de la naturaleza son hermosas.

El creador del concepto es Alberto Muñoz que ha sido invitado a diseñar complejos similares en países como Alemania y Bangladesh. Y es que las habitaciones fueron creadas para causar el menor impacto a la naturaleza y convivir perfectamente con ella.

La inspiración para crearlas fueron los nidos del cenzontle de cejas blancas, aunque finalmente se ha hecho alusión a la comarca, el sitio de los Hobbits de la película El Señor de los Anillos.

“Este hotel busca ofrecer una experiencia única y diferente a los turistas”, señala Alberto Muñoz en entrevista exclusiva con El Sol de San Luis y ¡Vaya que lo logra!

Durante los días soleados puedes disfrutar los amaneceres más lindos de tu vida, pero si eres de los que aman los días nublados, el lugar es el destino para una buena taza de café en medio de la bruma que esconde los pequeños rayos de luz entre el bosque. ¡Increíble!

Los nidos de pájaro son ideales para parejas con sus camas colgantes que hacen que te sientas en las nubes. Mientras que las madrigueras de tuzas o cabañas subterráneas tienen espacios amplios y con todos los servicios.

Este lugar se encuentra en la parte alta del municipio de San Luis Potosí (SLP), en el poblado de Apetzco a sólo veinte minutos de la cabecera municipal de Xilitla; su privilegiada ubicación ofrece espectaculares vistas a quienes se hospedan en el.

El conocido mundialmente “Hotel Hobbit” se fundó en el año 2014; en sus habitaciones de nido caben dos personas y tienen una capacidad de soporte hasta 500 kilogramos.

Alberto Muñoz precisó que el concepto se complementó con las habitaciones de madrigueras para quienes prefieren una estancia sobre la tierra, inspiradas en el pequeño osito de la región, la tusa real, que vive debajo de la tierra.

“Es un lugar único con vistas increíbles, la esencia se ha logrado”.

Y es que alrededor de un perfecto lago que pinta una escena de película hollywoodiense, reposan ocho recámaras en forma de madriguera, que al abrir su puerta de madera le dan al huésped el acceso exclusivo a la belleza exuberante de la Huasteca Potosina.

Y aunque por fuera se tiene el contacto real con la naturaleza por dentro sus habitaciones tienen aire acondicionado y baños que dan al visitante la comodidad e intimidad perfecta para disfrutar sus vacaciones.

El Sabor de los Dioses

Por si fuera poco el Hotel Tapasoli cuenta con un restaurante de cocina mexicana con ingredientes locales; conservas caseras, tortillas hechas a mano, pan recién horneado y huevos orgánicos preparados en comal a la leña. No se usa gas.

Puedes estar seguro de que todo lo que probarás te va a encantar, pues cuenta con una deliciosa gastronomía elaborada con productos orgánicos y frescos como enchiladas huastecas, huevos en hoja de plátano, flor de ortiga, pemuches, frijoles de la olla, agua de maracuyá o de capulín, atole de zarzamora y chayotes con piloncillo. ¡Imperdibles!

¡Un destino de natura, cultura y aventura!

No, no es una película, es Xilitla y el Tapasoli es uno de los secretos mejor guardados de la Huasteca Potosina que conquista a sus visitantes con su peculiar belleza e infraestructura.

Como si fuera sacado de alguna de las páginas del libro ‘El Señor de los Anillos’, este paradisiaco lugar recrea uno de los escenarios más impactantes del imaginarium con el hogar de los hobbits, los protagonistas de la novela.

Durante tu estancia puedes hacer caminatas por el bosque, recolección de hongos, paseos en Jeep o picnic con la mejor vista de la Huasteca Potosina.

El éxito de los nidos colgantes y las madrigueras ha llevado a que Alberto Muñoz reciba propuestas de replicar este modelo en las principales playas de México y también en poblados de Alemania.

Imagina un atardecer desde las alturas como los pájaros entre las nubes. Imagina un lugar en el que puedas descansar al cobijo de las ramas de los árboles, viendo el horizonte y escuchando el sonido de la montaña.