Todos los presentes escucharon atentamente las palabras del clérigo, así como la encomienda que les hizo tanto a los padres como a sus padrinos para encaminar por el buen camino de los jóvenes.
14 pequeñínes realizaron con gran devoción su primera comunión, y un joven su confirmación. Disfrutaron de un conmovedor día de paz, en el que recibieron el cuerpo y sangre de Cristo en la celebración del sagrado sacramento de su Primera Comunión.
Estuvieron presentes en la ceremonia sus papás, sus respectivos padrinos, quienes elevaron sus oraciones por el bienestar y cuidado de las comulgantes. En compañía de sus seres queridos, escucharon atentamente las palabras del sacerdote, Gerardo Vaglienty, quien con una plática formal, encomendó a los mayores a cuidarlos, apoyarlas y guiarlas por el camino de Dios.
Ante el altar del Creador, el padre se dirigió a las pequeños para mencionar la importancia de recibir la ostia, que es la representación de Jesús, quien ofrendó su vida por la humanidad; hicieron oración especial para agradecer a Dios por permitirles gozar de buena salud.
Al término de la ceremonia religiosa, los comulgantes en la compañía de sus familias, amigos e invitados especiales posaron para la tradicional fotografía del recuerdo, para continuar con la celebración de este día tan especial.
Los festejados recibieron innumerables muestras de cariño y felicitaciones de sus familiares e invitados especiales. Además de que recibieron muchos regalos y se divirtieron con las sorpresas que sus papás prepararon especialmente para ellos.