Con desbordante fervor se vivió la magna Festividad en honor a Nuestra Señora del Rosario, en el Templo de San Juan de Dios, ubicado en la zona centro de la capital potosina, donde el Rector de dicho recinto, Pbro. Carlos Jorge García Noyola, recibió con evidente gozo espiritual, a nuestro Pastor, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió de forma por demás emotiva, la solemne concelebración Eucarística.
“El Rosario nos ayudará a vencer en todo aquello que implique nuestra lucha, especialmente cuando el maligno se hace presente ofreciéndonos diversas tentaciones de toda índole, en cualquier circunstancia y lugar”.
“Recordemos que el Rosario es una arma valiosísima que la Virgen ha puesto en nuestras manos”, dijo nuestro Pastor a los fieles, a quien exhortó a rezarlo con auténtico fervor y amor.
El Santo Rosario hará que se aparte de nosotros la superficialidad y lo pasajero, para que seamos personas de profunda vida interior, con criterios fuertes y fundamentados en la fe. Que no nos sorprenda el mal, por eso, dejémonos guiar por María y valoremos el Santo Rosario, que no es sólo rezarlo porque sí; no hay que ignorar por qué y para qué y con qué fin lo hacemos.
Es un arma poderosa para ganar ese hombre interior, que juzga no sólo con la pasión vulgar, sino con el amor de Jesús.
Démosle el justo valor que tiene, porque nos adentrará en la fe, nos hará empaparnos de los Misterios de Cristo y encontrarle la razón de ser a nuestra fe y a nuestra vida.
“Hay que dejarnos moldear por Jesucristo y no guiarnos por modelos callejeros y vulgares. Hay que imitar modelos de valores fuertes que sostengan la vida y los diferentes momentos de tormentas y pasiones por las que pasamos”, dijo nuestro Pastor.
El Rosario es la esperanza contra toda esperanza que se otorga a los humildes y nos da la confianza de ser amados, que tiene como fundamento el amor de Dios.
No temamos entregar nuestra vida a Dios. Él nos llama a cada quien en su momento preciso, entremos pues en la escuela de la contemplación y el silencio, donde viene la novedad del gran amor que nos tiene el Señor Todopoderoso.
¿Por qué es importante rezar el Santo Rosario?
Primero porque nos invita a caminar a la Sagrada Familia, desde la anunciación hasta que María sube a los Cielos. Jesús, María y José nos despertarán las gracias que se desprenden de cada uno de los misterios y nos hacen profundizar en la fe.
El Rosario ha sido durante siglos la oración de la gente sencilla, que ha mantenido la unidad en los hogares y ha contribuido a la paz en los pueblos. En cada uno de nosotros sus devotos nos lleva a amar más a Jesucristo. La esencia de está oración nos invita a ganar la confianza e importancia que tiene la Santísima Virgen María en nuestra vida y en nuestra comunidad.
Dios quiere lo mejor para nosotros, por eso no dejemos que el maligno estropee la obra que Cristo quiso para nosotros, y unidos a Jesús, hijo de Dios, llevemos su Evangelio.
“Vivo yo, más no yo, es Cristo Quien vive en mí”
No seamos cristianos conformistas. Seamos apasionados, entregados comprometidos por llevar el Evangelio a todas partes. Seamos misioneros portadores del Evangelio, en todos los ámbitos: episcopales, clericales, familiares, en los diversos ambientes apostólicos y laborales.
Se necesita mucho la paz, la verdad, el bien, la armonía, el progreso y la justicia de la que hoy se busca y se alardea porque se cree que depende de leyes, y depende de una verdadera conversión al Señor.
Para llegar a ser otro Cristo, debemos tener sus pensamientos, sentimientos y vivir como Hijos de María, Madre y Maestra, que supo modelar el corazón humano de Jesús.
En el año 1208, Nuestra Señora del Rosario, se le apareció a Santo Domingo de Guzmán. Es la Virgen de la victoria al ser vencedora de tantas batallas, por eso la Iglesia nos pide rezar el Rosario, porque a través de él, seguimos los pasos de Jesús y nuestra Madre Santísima.
Concluyó el jerarca católico.