En el arquitectónico y hermoso Templo de San Agustín consolidaron su amor a través del Sacramento del Matrimonio Lya Rivera Pérez y Farid Abud de Anda, y con la bendición de sus progenitores: Alfredo Rivera Lara y Patricia Pérez Castillo y Gerardo Abud Mendoza y Esperanza de Anda Pantoja la feliz pareja se postró ante Dios para recibir la bendición de manos del Presbítero Laurencio Galván.
Lya y Farid contrajo nupcias compartiendo su dicha en compañía de su familia y seres más queridos que los felicitaron en esta fecha inolvidable en que unieron sus vidas a través de este Sacramento de amor esponsal.
Postrados ante el Altar de Dios Omnipotente, hicieron las promesas matrimoniales, prometiéndose amor fiel, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, todos los días de sus vidas.
Lya y Farid lucieron radiantes de felicidad plena, y llegaron al imponente recinto de la zona centro de la capital potosina, para sellar su amor contando con la bendición de Dios unidos a través del séptimo Sacramento.
Los enamorados escucharon atentamente las palabras del sacerdote: “Dios quiere que sean felices, y eso dependerá de ustedes, invítenlo siempre a su casa, hagan hasta lo imposible porque Dios y la Santísima Virgen María, sea el centro de su amor, de su hogar y de la nueva familia que formarán".
El celebrante los invitó a encontrar su camino a la felicidad plena, retomando los auténticos valores, humanos y cristianos, para gozar de un feliz matrimonio, teniendo como eje de sus vidas al Dios del amor, del perdón y de la paz.
Instantes más tarde los padrinos llevaron los símbolos del matrimonio, como son el lazo, los anillos y arras, para bendecirlos y ser entregados a la feliz pareja como recordatorio de la promesa y el compromiso de amor que se han hecho ante Dios y sus seres queridos en este Sacramento.
Al salir del templo después de la declaración como “marido y mujer” ante los ojos de Dios misericordioso, a los recién casados se les veía con felicidad desbordante en sus rostros.
Se ofreció una inolvidable recepción donde los invitados disfrutaron de un exquisito menú y un ameno, elegante y cálido festejo en un prestigiado y lujoso recinto, para después viajar por el continente Europeo de luna de miel.
¡¡¡Muchas Felicidades!!!.