Éste Domingo 27 de Diciembre, último Domingo del Año 2020, celebramos a nuestras Familias, que tienen como prototipo o modelo a seguir, a la Sagrada Familia de Nazareth, conformada por Jesús, María y José.

Sin duda alguna, se torna un momento preciso para convivir con nuestros seres queridos, y qué mejor que empezar a valorar más a cada uno de los integrantes de nuestra familia, aunque muchos estén lejos de nosotros y aunque no habiten con nosotros.

Es muy importante que precisamente en estos tiempos de pandemia y contingencia sanitaria, en que muchos debemos quedarnos en casa, estar recluidos, otros aislados, otros hospitalizados, o en cuarentena en un cuarto, o bien cuidando a algún enfermo, algunos otros no han dejado de trabajar en sus oficinas, fábricas, industrias, o empresas, nos debe hacer recapacitar y reflexionar lo importante que es cada integrante de nuestra Familia, pilar de amor, de perdón, de compresión, donde aprendemos los valores auténticos que nos identifican y caracterizan como seres humanos.

Que el amor, la comprensión, la unión familiar, el perdón, la tolerancia, y la fraternidad, nos lleven a ser mejores seres humanos, mejores Hijos de Dios y mejores integrantes de una Familia.

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