San Francisco de Asís, llamado el “Santo de la Caridad”, el “Santo de los pobres y de los humildes”, fue venerado con evidente y desbordante alegría y fervor por miles de fieles que se dieron cita para honrarlo en el arquitectónico y monumental Templo de San Francisco de Asís, de la zona Centro de la capital potosina.
La Misa solemne que estaba programada para la 1:00 de la tarde, dio comienzo después de 25 minutos, pues se tuvo que sanitizar el recinto sagrado, al término de la Misa de 12:00 horas. Por lo que los fieles tuvieron que esperar casi media hora para poder accesar para venerar al Santo de su devoción que llevó los estigmas de Cristo bendito.
El imponente templo lució adornado con flores que rodeaban las bellísimas esculturas del Santo de los Humildes, que promovió el amor, el perdón, la comprensión, la paz, la justicia social, la unidad y sobre todo la caridad con el que más lo necesita.
La Misa solemne fue presidida por el Padre Superior de los Frailes Franciscanos, Pbro. Fray Enrique León Teissier Velazco, quien exhortó a los fieles a seguir el ejemplo de San Francisco de Asís, Fundador de las Órdenes Franciscanas, como la Órden de Sacerdotes, Religiosos Menores y Seglares Franciscanos.
Indicó que es preciso vivir la caridad con el prójimo, sobre todo con los más pobres entre los pobres, el ayudar a los más necesitados como lo hacía San Francisco, quien se quitaba el pan de la boca para dárselo a los pobres.
“Él quiso ser el más pobre de entre los pobres, fue un hombre de profunda oración, que a pesar de haber nacido en una clase social de gran alcurnia, renunció a todas sus riquezas y a la herencia de su progenitor para quedar pobre para darse a Cristo, dejó todo por seguirlo”.
“Vivamos el Evangelio de Cristo como él lo vivió, no sólo con palabras, sino con hechos, con ejemplo de vida, dejando huellas de conversión, de misericordia y liberación”.
La Fiesta Patronal de San Francisco se tornó por demás emotiva, y a pesar de que la bendición fue de manera virtual, siendo algo atípico, debido a la contingencia sanitaria, hubo quienes llevaron a sus mascotas para que las bendijera un Sacerdote Franciscano, por lo que esperaron afuera del templo a que les llegara la bendición para sus perritos de compañía a la distancia.
Sacerdotes, Religiosos y Jóvenes Seglares voluntarios, pidieron a los fieles paciencia y comprensión para que la Festividad se viviera bajo las estrictas reglas que exigen nuestras autoridades de Salud.
Varios fueron los fieles devotos de “San Paquito” que llevaron preciosas imágenes escultóricas a bendecir, al momento que el Sacerdote Franciscano celebrante bendijo el pan en una gran canasta, símbolo de caridad con los más necesitados, y procedió a obsequiarlo a cada uno de los fieles como reliquia.
Los fieles salieron regocijados de haber honrado al Santo que vivió y murió con los estigmas del Redentor del mundo.