Una velada llena de energía la que vivieron los asistente roqueros de tierras potosinas al poder presenciar por segunda vez el concierto de la “Gira 30 años” de las leyendas del rock mexicano, Caifanes, quienes complacieron a sus asistentes con sus más grandes éxitos.
De rigurosa vestimenta de negro, cual etiqueta de gala lo amerita, llegaron puntuales a la cita los asistentes, para no perderse ni un minuto de la presencia de estas grandes leyendas, y corear junto a ellos canciones como: “Afuera”, “La Célula que explota”, “Ayer me dijo un ave”, “Los dioses ocultos”, “No dejes que…”, “Matenme porque me muero”, “Las ratas no tienen alas”, entre muchas más.
En su momento, entre las tres primeras canciones, Saúl comentó que uno de sus integrantes, Diego Herrera, estaba convaleciente internado, sin embargo nada de cuidado y que esperaban que pronto se integrará a la gira, por lo que el público potosino le mando un gran abrazo.
Por su parte, a Saúl le dió un gran gusto ver en el concierto a papás que llevaron a sus hijos y quienes se sabía todas sus rolas, siendo una pequeñita de no más de 10 años, fiel fanática de Caifanes, quien hizo la señal del corazón con sus manitas y le gritó al vocalista que lo amaba, además que casi al terminar su presentación, varios niños subieron al escenario.
Un concierto de emociones, recuerdos y excelente ambiente, en donde una canción fue la que más “prendió” el ambiente y que todos se pusieron a bailar, demostrando que la cumbia también es lo suyo, “La negra Tomasa” puso a corear y mover el esqueleto a todos los asistentes.
La Familia llegó para escuchar buen rock.
Gran emoción por parte de los fanáticos de Caifanes que llegaron para disfrutar del concierto.
Con gran emoción corearon todos los éxitos de la banda de rock mexicana.
Un concierto de amigos para amigos, Caifanes brindó dos horas de sus más grandes éxitos.