Da mucho gusto ver a las familias unidas, y más enternece el ver a los Papás que acuden con sus hijos a pasar gratos momentos de convivencia y diversión sana, y en esta ocasión fueron a divertir con la magia y el encanto del circo a sus retoños.

Los infantes disfrutaron con sus progenitores de los diversos números que ofreció el Circo, les gustó la actuación de los payasitos, el gran trabajo de los trapecistas, malabaristas, aerealistas, gimnastas, que demostraron su gran profesionalismo ganándose los aplausos del respetable.

Sin duda alguna Papás e hijos pasaron gratos momentos en los que revivieron la magia del arte circense, sobre todo ahora que parece que a los niños de ahora no les gusta frecuentar los circos y valorar las diversas disciplinas circenses.

Ojalá se siga fomentando la unión familiar y esos gratos momentos de convivencia familiar, en el que los progenitores velen por la estabilidad emocional, mental, física y espiritual de sus hijos, ya desde su corta edad, para que la figura paterna y materna, les dé seguridad a ellos.

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