/ domingo 16 de enero de 2022

El 17 de enero, se celebra a San Antonio Abad

Ermitaño; Patrono de los Animales e intercesor de los Médicos Veterinarios Zootecnistas

  • Poseedor de una espiritualidad incisiva, casi intuitiva, pero siempre genial, desnuda como el desierto que es su marco, y sobre todo implacablemente fiel a la sustancia de la revelación evangélica

En su juventud, Antonio, que era egipcio e hijo de acaudalados campesinos, se sintió conmovido por las palabras de Jesús, que le llegaron en el marco de una celebración eucarística: "Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres...".

Así lo hizo el rico heredero, reservando sólo parte para una hermana, a la que entregó, al cuidado de unas vírgenes consagradas.

Llevó inicialmente vida apartada en su propia aldea, pero pronto se marchó al desierto, adiestrándose en las prácticas eremíticas junto a un cierto Pablo, anciano experto en la vida solitaria.

En su busca de soledad y persiguiendo el desarrollo de su experiencia, llegó a fijar su residencia entre unas antiguas tumbas. ¿Por qué esta elección? Era un gesto profético, liberador.

Los hombres de su tiempo -como los de nuestros días- temían desmesuradamente a los cementerios, que creían poblados de demonios. La presencia de Antonio entre los abandonados sepulcros era un claro mentís a tales supersticiones y proclamaba, a su manera, el triunfo de la resurrección. Todo -aún los lugares que más espantan a la naturaleza humana - es de Dios, que en Cristo lo ha redimido todo; la fe descubre siempre nuevas fronteras donde extender la salvación.

Pronto la fama de su ascetismo se propagó y se le unieron muchos fervorosos imitadores, a los que organizó en comunidades de oración y trabajo. Dejando sin embargo esta exitosa obra, se retiró a una soledad más estricta en pos de una caravana de beduinos que se internaba en el desierto.

No sin nuevos esfuerzos y desprendimientos personales, alcanzó la cumbre de sus dones carismáticos, logrando conciliar el ideal de la vida solitaria con la dirección de un monasterio cercano, e incluso viajando a Alejandría para terciar en las interminables controversias arriano-católicas que signaron su siglo.

Sobre todo, Antonio, fue padre de monjes, demostrando en sí mismo la fecundidad del Espíritu. Una multisecular colección de anécdotas, conocidas como "apotegmas" o breves ocurrencias que nos ha legado la tradición, lo revela poseedor de una espiritualidad incisiva, casi intuitiva, pero siempre genial, desnuda como el desierto que es su marco y sobre todo implacablemente fiel a la sustancia de la revelación evangélica. Se conservan algunas de sus cartas, cuyas ideas principales confirman las que Atanasio le atribuye en su "Vida".

Antonio murió muy anciano, hace el año 356, en las laderas del monte Colzim, próximo al mar Rojo; al ignorarse la fecha de su nacimiento, se le ha adjudicado una improbable longevidad, aunque ciertamente alcanzó una edad muy avanzada acompañado de fieles animales salvajes, a quienes domó, y supo comunicarse con ellos, a los cuales cuidaba y protegía como Creación de Dios.

La figura del abad delineó casi definitivamente el ideal monástico que perseguirían muchos fieles de los primeros siglos.

No siendo hombre de estudios, no obstante, demostró con su vida lo esencial de la vida monástica, que intenta ser precisamente una esencialización de la práctica cristiana: una vida bautismal despojada de cualquier aditamento.

¿Qué más ha pasado en San Luis Potosí? entérate aquí

  • Poseedor de una espiritualidad incisiva, casi intuitiva, pero siempre genial, desnuda como el desierto que es su marco, y sobre todo implacablemente fiel a la sustancia de la revelación evangélica

En su juventud, Antonio, que era egipcio e hijo de acaudalados campesinos, se sintió conmovido por las palabras de Jesús, que le llegaron en el marco de una celebración eucarística: "Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres...".

Así lo hizo el rico heredero, reservando sólo parte para una hermana, a la que entregó, al cuidado de unas vírgenes consagradas.

Llevó inicialmente vida apartada en su propia aldea, pero pronto se marchó al desierto, adiestrándose en las prácticas eremíticas junto a un cierto Pablo, anciano experto en la vida solitaria.

En su busca de soledad y persiguiendo el desarrollo de su experiencia, llegó a fijar su residencia entre unas antiguas tumbas. ¿Por qué esta elección? Era un gesto profético, liberador.

Los hombres de su tiempo -como los de nuestros días- temían desmesuradamente a los cementerios, que creían poblados de demonios. La presencia de Antonio entre los abandonados sepulcros era un claro mentís a tales supersticiones y proclamaba, a su manera, el triunfo de la resurrección. Todo -aún los lugares que más espantan a la naturaleza humana - es de Dios, que en Cristo lo ha redimido todo; la fe descubre siempre nuevas fronteras donde extender la salvación.

Pronto la fama de su ascetismo se propagó y se le unieron muchos fervorosos imitadores, a los que organizó en comunidades de oración y trabajo. Dejando sin embargo esta exitosa obra, se retiró a una soledad más estricta en pos de una caravana de beduinos que se internaba en el desierto.

No sin nuevos esfuerzos y desprendimientos personales, alcanzó la cumbre de sus dones carismáticos, logrando conciliar el ideal de la vida solitaria con la dirección de un monasterio cercano, e incluso viajando a Alejandría para terciar en las interminables controversias arriano-católicas que signaron su siglo.

Sobre todo, Antonio, fue padre de monjes, demostrando en sí mismo la fecundidad del Espíritu. Una multisecular colección de anécdotas, conocidas como "apotegmas" o breves ocurrencias que nos ha legado la tradición, lo revela poseedor de una espiritualidad incisiva, casi intuitiva, pero siempre genial, desnuda como el desierto que es su marco y sobre todo implacablemente fiel a la sustancia de la revelación evangélica. Se conservan algunas de sus cartas, cuyas ideas principales confirman las que Atanasio le atribuye en su "Vida".

Antonio murió muy anciano, hace el año 356, en las laderas del monte Colzim, próximo al mar Rojo; al ignorarse la fecha de su nacimiento, se le ha adjudicado una improbable longevidad, aunque ciertamente alcanzó una edad muy avanzada acompañado de fieles animales salvajes, a quienes domó, y supo comunicarse con ellos, a los cuales cuidaba y protegía como Creación de Dios.

La figura del abad delineó casi definitivamente el ideal monástico que perseguirían muchos fieles de los primeros siglos.

No siendo hombre de estudios, no obstante, demostró con su vida lo esencial de la vida monástica, que intenta ser precisamente una esencialización de la práctica cristiana: una vida bautismal despojada de cualquier aditamento.

¿Qué más ha pasado en San Luis Potosí? entérate aquí

Local

Niegan construcción de plaza comercial en terreno de la UASLP en Lomas

El año pasado autorizaron arrendar terrenos de la casa de estudios por un plazo de 20 años a la Distribuidora VEM, la cual instalaría un centro deportivo y estacionamiento

Local

Habrá operativo vial previo al concierto de Luis Miguel en la Arena Potosí

La SSPC del municipio, informó que el apoyo está enfocado en el manejo del tránsito en el exterior del recinto, mientras que la seguridad interna será responsabilidad de otras instancias

Local

Habrá “Bachetón” en la 57: ¿en qué tramo y horario?

Mil 644 kilómetros de la red carretera de SLP serán parte del programa “Bachetón” del gobierno federal, en donde empresarios esperan que esta vez sí se considere a la iniciativa privada

Local

En 2024 han esterilizado a más de medio millón de perros y gatos en SLP

La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, mantiene de manera permanente campañas de vacunación y esterilización para perros y gatos

Local

Sorteo del Servicio Militar Nacional clase 2006 y remisos en SLP: fecha, lugar y horario

Si ya cumpliste los 18 años y eres mexicano por nacimiento o naturalizado deberás cumplir con esta obligación que está sustentada en el artículo 5 de la Constitución Mexicana 

Local

Policía cibernética alerta sobre fraudes con códigos QR en la capital

Alertan a la población sobre posibles fraudes realizados mediante códigos QR