/ domingo 30 de junio de 2024

Un Camino hacia Dios | Un camino hacia el padre

«Alumno del Seminario Palafoxiano de Puebla»

Moisés Lira Serafín, próximo beato

María Socorro Pérez Coss y León, mcmi

Art. 914

Originalmente era el Pontificio Seminario Conciliar de Puebla llamado también Seminario Conciliar Palafoxiano que fue erigido el 22 de agosto de 1646. Con motivo de la erección de las Universidades, se suprimió ese nombre, el Seminario se elevó a la Categoría de Universidad y se le llamó Universidad Católica Angelopolitana, gracias al Venerable Mons. Ibarra quien lo solicitó a Roma y fuera también el Canciller de Estudios, estableciéndose las facultades de Teología, Derecho Canónico, Derecho Civil, Medicina, Ingeniería y Filosofía, y cursos especiales de Latín, Matemáticas, Inglés, Francés, Español y Gimnasia. Se lee en un periódico de 1907: “sólo en México hay Universidad, aunque no tan completa como la de Puebla, por lo que es un establecimiento que honra a Puebla y a la Nación”.

El 2 de febrero de 1909 fue la bendición solemne del edificio Universitario, Doña Petrita y los Padres Filipenses asistieron y, obviamente, también los estudiantes filipenses y Moisés Lira Serafín recién llegado a Puebla, que iba a ingresar al Seminario.

En esos años, el Curso de Latín equivalía al Curso de Humanidades, o sea, Secundaria y Bachillerato, pues como vimos, el Seminario era abierto para cualquier profesión, abogados, médicos, arquitectos. Todos los alumnos pasaban Humanidades o Latín, que eran cuatro años. Luego pasaban a Filosofía, ya cursándola, decidían seguir los estudios para Clérigos o para las Facultades Civiles. Moisés fue alumno de esa Universidad Católica Angelopolitana, allí cursó los cuatro años de Latín.

En 1914 esta Universidad Católica Angelopolitana, debido a la persecución religiosa originada en la Revolución Mexicana, sufrió un saqueo completo. Soldados al mando del coronel Silvino García de las fuerzas del Gral. Francisco Coss, irrumpieron en la Universidad Católica de Puebla apresando al P. Rector, a varios catedráticos y a los alumnos. En la invasión fueron balaceadas dos estatuas del patio principal, una de la Inmaculada Concepción y la otra de Sto. Tomás de Aquino. La magnífica y rica Biblioteca quedó destrozada salvajemente por la soldadesca que arrojaba desde los balcones los valiosos volúmenes que recogían los tenderos para usar las hojas de papel como envoltura al despachar manteca y otras cosas, o, quemadas en voraces hogueras que servían a las soldaderas para cocer las tortillas. Fueron sucesos ocurridos durante la ocupación del edificio (31 dic. 1914). Los Gabinetes de Física, Química, de Historia Universal, la Telegrafía sin hilos, el Observatorio Metereológico y demás instrumentos científicos fueron llevados a un colegio civil. El edificio al que se habían hecho costosas reparaciones, fue convertido en cuartel. Se trató, no sólo de dar golpes a la Universidad Católica o Seminario Palafoxiano, sino de hacerlo desaparecer. En 1930 bajo el régimen de Calles, fue suprimida.

«Alumno del Seminario Palafoxiano de Puebla»

Moisés Lira Serafín, próximo beato

María Socorro Pérez Coss y León, mcmi

Art. 914

Originalmente era el Pontificio Seminario Conciliar de Puebla llamado también Seminario Conciliar Palafoxiano que fue erigido el 22 de agosto de 1646. Con motivo de la erección de las Universidades, se suprimió ese nombre, el Seminario se elevó a la Categoría de Universidad y se le llamó Universidad Católica Angelopolitana, gracias al Venerable Mons. Ibarra quien lo solicitó a Roma y fuera también el Canciller de Estudios, estableciéndose las facultades de Teología, Derecho Canónico, Derecho Civil, Medicina, Ingeniería y Filosofía, y cursos especiales de Latín, Matemáticas, Inglés, Francés, Español y Gimnasia. Se lee en un periódico de 1907: “sólo en México hay Universidad, aunque no tan completa como la de Puebla, por lo que es un establecimiento que honra a Puebla y a la Nación”.

El 2 de febrero de 1909 fue la bendición solemne del edificio Universitario, Doña Petrita y los Padres Filipenses asistieron y, obviamente, también los estudiantes filipenses y Moisés Lira Serafín recién llegado a Puebla, que iba a ingresar al Seminario.

En esos años, el Curso de Latín equivalía al Curso de Humanidades, o sea, Secundaria y Bachillerato, pues como vimos, el Seminario era abierto para cualquier profesión, abogados, médicos, arquitectos. Todos los alumnos pasaban Humanidades o Latín, que eran cuatro años. Luego pasaban a Filosofía, ya cursándola, decidían seguir los estudios para Clérigos o para las Facultades Civiles. Moisés fue alumno de esa Universidad Católica Angelopolitana, allí cursó los cuatro años de Latín.

En 1914 esta Universidad Católica Angelopolitana, debido a la persecución religiosa originada en la Revolución Mexicana, sufrió un saqueo completo. Soldados al mando del coronel Silvino García de las fuerzas del Gral. Francisco Coss, irrumpieron en la Universidad Católica de Puebla apresando al P. Rector, a varios catedráticos y a los alumnos. En la invasión fueron balaceadas dos estatuas del patio principal, una de la Inmaculada Concepción y la otra de Sto. Tomás de Aquino. La magnífica y rica Biblioteca quedó destrozada salvajemente por la soldadesca que arrojaba desde los balcones los valiosos volúmenes que recogían los tenderos para usar las hojas de papel como envoltura al despachar manteca y otras cosas, o, quemadas en voraces hogueras que servían a las soldaderas para cocer las tortillas. Fueron sucesos ocurridos durante la ocupación del edificio (31 dic. 1914). Los Gabinetes de Física, Química, de Historia Universal, la Telegrafía sin hilos, el Observatorio Metereológico y demás instrumentos científicos fueron llevados a un colegio civil. El edificio al que se habían hecho costosas reparaciones, fue convertido en cuartel. Se trató, no sólo de dar golpes a la Universidad Católica o Seminario Palafoxiano, sino de hacerlo desaparecer. En 1930 bajo el régimen de Calles, fue suprimida.